Venus en Acuario
Venus en Acuario
Cuando Venus asciende los últimos escalones que la separa de la luz, la última espiral sobre la cúspide del faro, mira por postrera vez, a través del también último ventanuco que la conecta con el pasado de la existencia… Desde allí, ya no será posible retornar…
El amo del Tiempo, habrá colocado alas en sus pies, y sentirá que se eleva…
Una irradiación fosforescente, como un halo, embargará sus tres cuerpos…
La última puerta se cerrará, y ahora su desnudez será posible, desde un nivel superior: se despojará del alma…
Toda la comprensión aquilatada en el sendero de la existencia, ahora se clarifica…
El alma se revela con la pureza con que fue creada, pero solo en lo que queda: la solución del primigenio contrato misión, al que se hubo comprometido…
El alma se ha comprimido y ordenado, y las preguntas aparecen con sus correspondientes respuestas, TODO es luz…
Los interrogantes pasaron a ser certezas, y las certezas sabiduría…
Y mágicamente, las máscaras guardadas en las patas de Cancerbero, se disuelven, mientras el cuerpo físico se disuelve también pausadamente, sutilizándose…
Acomodando el acopio álmico sobre la estructura orden del Tiempo, se proyecta ahora en espacios fractales geométricos musicales, y así, los deposita en la fuente que yace ante el pedestal del faro…
Todo el caudal que hubo acumulado en las estaciones interminables dentro de su alma son ahora, geometrías perfectas, que vibran, en frecuencias hasta ahora, desconocidas...
Mirando con satisfacción y agrado, cómo el cuenco que nunca se vacía, y fueron pertenencia álmica de las muchas Venus que llegaron hasta aquí, sirven de alimento para la lumbre del faro universal: agua en cristales hialinos lumínicos…
Ha cumplido su tarea…
El faro recibe una nueva etapa, y se impulsa en iluminar, aún más lejos; abriendo las entrañas de la oscuridad brumosa que reina sobre el mar, e hiriéndola con un rayo más profundo y esplendoroso…
Por un momento mira la casi planicie celeste del mar, que se une con el cielo, mientras sus pies en el último trozo de tierra, se desdibujan remisamente, despacio, tomando el mismo tenor de la sutileza del alma, que acaba de vaciar en la bautismal agua del faro…
Las alas ascienden a su espalda y florecen en plumas que se baten con el viento del mar…
Un rayo de luz desde el cielo, conecta con la del faro, como aprobación desde “Olimpo”…
Y fue la mañana y la tarde, disolviendo las tinieblas…
El levógiro sentido, en reversa del Génesis, se ha cumplido…
Génesis 1: 9
Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo, pues la tierra, hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana del día tercero.
La bella en éste emplazamiento, más que cumplir con un estado romántico del amor, lo cumplirá a través de la iluminación del resto de los mortales, por altruismo…
Libres y revolucionarias por naturaleza, más que matrimonios, tendrán amigos entrañables dentro del hogar, con las pautas estrictas de la no invasión de los espacios personales…
La condición del compartir, tendrá esos visos de intermitencia lumínica, pero infinita…
Desapegada por naturaleza, los celos y manipulaciones de “competencia” lejos han quedado, para encontrarse con un par idéntico, que como dos líneas rectas que en lo existente parecen no juntarse, en el infinito convergen…
Ellas seguirán el camino trazado de las “revoluciones” existenciales, y las genialidades similares, por toque de paridad única…
Si Venus está afligida, la vida amorosa será infortunada e incluso, situaciones imprevistas como viudez o divorcio, con el brusco desapego, serán frecuentes, pero sin el sufrimiento profundo por su naturaleza de aire, y por lo tanto de reflexividad…
Se sentirá útil en asociaciones benéficas, y el lugar de los amigos será inminentemente importante; sobre todo, los que comparten el mismo estado intelectual e inteligencia, un estado sutil…
Las afinidades se encuentran, las paridades se unen…
El encuentro en el pedestal del faro, es espacio para la selección natural de preferencias, ya que la soledad les desagrada…
El alimentar la fuente entre “pares”, es la premisa fundamental en este estadio, de allí el símbolo acuariano de dos líneas en armonía…
Justo allí, en la serenidad de Dios, donde se duplicaron las alas,
y las bellas las sostienen como palomas; las que volarán tras el olivo, como alguna vez desde el Arca,
Noé la enviará en la tercera vez, a buscar el símbolo de la tierra…
Vitelmina Ahuir
Libertad
En mis cuadernos de la escuela
En mi escritorio y árboles
En la arena de la nieve
Escribo tu nombre
En todas las páginas leen
En todas las páginas blancas
Pliegue de papel de sangre o ceniza
Escribo tu nombre
La imagen de oro
guerreros de armas
En la corona de reyes
Escribo tu nombre
Selva y desierto
De los nidos en la escoba
En el eco de mi infancia
Escribo tu nombre
Acerca de las maravillas de la noche
En el pan blanco del día
En temporadas novias
Escribo tu nombre
En mis trapos azules
mohoso sol en el estanque
En la luna viva del lago
Escribo tu nombre
En los campos en el horizonte
En las alas de las aves
Y el molino de las sombras
Escribo tu nombre
Cada respiración amanecer
En los buques en el mar
En la montaña demente
Escribo tu nombre
En las nubes de espuma
El sudor de la tormenta
En la lluvia espesa y suave
Escribo tu nombre
En un abrir y cerrar formularios
En las campanas de color
En la verdad física
Escribo tu nombre
En los senderos de vigilia
Desplegado en las carreteras
plazas rebosantes
Escribo tu nombre
La lámpara que se enciende
La lámpara se apaga
En mis cámaras combinadas
Escribo tu nombre
La fruta cortada por la mitad
Espejo y mi habitación
En mi lecho cáscara vacía
Escribo tu nombre
En mi perro codicioso y tierno
En sus orejas erguidas
En su torpe pierna
Escribo tu nombre
En el trampolín de mi puerta de
En objetos familiares
El flujo del fuego bendito
Escribo tu nombre
En toda carne concedida
En el frente de mis amigos
En cada mano que alcanza
Escribo tu nombre
En las sorpresas de cristal
En los labios atentos
Muy por encima del silencio
Escribo tu nombre
En mis refugios destruidos
Colapsado en mis faros
En las paredes de mi aburrimiento
Escribo tu nombre
La ausencia sin deseo
En la soledad desnuda
En marchas de la muerte
Escribo tu nombre
En la salud de la espalda
El riesgo desaparecido
En la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre
Y por el poder de una palabra
Estoy empezando mi vida
Yo nací para conocerte
Para nombrar a sí misma:
La libertad.
Paul Eluard