OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Conclusiones, segunda parte (2015)

 


Conclusiones segunda parte…

El trabajo hace referencia incluso, a la participación en los cuatro puntos cardinales, de la destreza humana o del talento humano… y también a una cuestión más amplia en el concepto, que no sólo se dispone al relato respectivo a puntos “direccionales” en el plano físico… sino a direcciones internas:

1.       Adelante

2.       Atrás

3.       Derecha

4.       Izquierda

La referencia es que Dios es la suma de todas las formas, y también la suma de todos los estados de conciencia con sus respectivos andariveles evolutivos… y que el “sexo” es vida en funcionamiento…

Pilar donde se substancia la energía existencial… de allí que fuera llamada por los alquimistas, como piedra de “Toque” o piedra angular…

El libro de Mateo en su capítulo 16, versículo 18, sobre el tema alude:

“Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”

Para tal interpretación, no debemos olvidarnos que Pedro, (Pedro: del latín pietra, o piedra en castellano)…

Piedra fundamental o angular…

Dentro del Árbol de la vida, el yesod o mundo de la forma, está relacionada con la parte sexual o magnética…

El mundo de las formas…

Esta “forma, posee para su desplazamiento, emplazamiento o desarrollo, a los cuatro puntos direccionales externos también, dentro a lo me refiero:

1.       Norte y sur como opuestos complementarios

2.       Este y oeste, también opuestos complementarios…”

El punto magnético o sexual, que es netamente creativo, atrae a la “esencia” a manifestarse en la “materia”, pero en el medio, enlazando ambas direcciones, que en este caso bien deberíamos interpretar como de “arriba hacia abajo y en reciprocidad hacia arriba”, los términos si se quieren llamar  de “ordenamiento” o Ley, que instituye la “conexión” entre ambos, y a éstos con el “cuaternario” referido,  siendo tan importante como los factores que se entrelazan, y se también “sintetizan” u ordenan, desde la “reciprocidad…”

Esta reciprocidad, se une en un punto neutro o punto “cero”, desde donde el “motor móvil”, (Tal lo llamaron los griegos, entre ellos Aristóteles) impulsa desde su eléctrica presencia: Dios o Seidad…

Dios, desplegando sus alas, desde el centro o único maravilloso punto, donde se inician las líneas, curvas (1) y (2) rectas… (1: Femeninas y 2: masculinas)

 Estas son las leyes de la naturaleza, impulsadas desde Dios, hacia las “formas”; también un “hábito de respuesta desde la Forma” hacia su Creador, donde el Gran Hacedor imprime su sello o huella de Totalidad…

En esta cuestión de los “puntos cardinales” o cuaternario, es importante agregar, que en astrología, se entiende al trabajo zodiacal de doce signos, reunidos en “Tres cuaternarios”, (de allí, que el procedimiento alquímico enuncie, que el ternario se explica por el cuaternario) que se denominan cruces o la “crucifixión” del hombre, a saber:

Cruz cardinal:

1.       Aries

2.       Cáncer

3.       Libra

4.       Capricornio

Cruz fija:

1.       Tauro

2.       Leo

3.       Escorpio

4.       Acuario

Cruz mutable:

1.       Géminis

2.       Virgo

3.       Sagitario

4.       Piscis

Estas crucifixiones “cuaternarias”, que en otros términos se resuelven por medio del “binario”, entonces se comprenden respecto de la polaridad, idénticamente como habíamos comenzado esta exposición…

Siendo la cruz cardinal, indicadora de comienzos de “estaciones” anuales; así también, de secuenciales de tiempos aún mucho mayores, e incluso participativas en la “dispersión energética de la totalidad”, respecto de los seres o almas, encarnadas en el plano evolutivo tangible o físico…

Además atiende y entiende, las posiciones cósmicas, de los “andariveles álmicos” evolutivos, en su avance circular ascensional…

Si entendemos los procesos “anuales”, comprenderemos que toda estación:

1.       Inicia: Cardinal

2.       Desarrolla: Fijo

3.       Resuelve o “cosecha”: Mutable

 

Idénticamente a una siembra de “almas”, con sus relativas misiones o desarrollos de existencia, entiende y se extiende más expresa en las “formas”, impulsadas desde las “individuales esencias”, que tienen un punto de “Quietud, permanencia y pertenencia” original…

Habiendo comprendido el o los inicios, con el primer trabajo del signo de Aries y su regente el dios Marte, en su “cardinalidad”, que no es única, ya que también es una energías dual, es momento de referenciar que los fijos, se explican a través de este segundo trabajo o tarea…

Incluso se comprende a los “cuatro evangelistas” principales de la Biblia, y las cuatro patas que sostienen la cabeza de faraón, en la esfinge:

1.       Mateo

2.       Marcos

3.       Lucas

4.       Juan

Es el altar el sol (Consciencia o esencia) con sus cuatro esquinas cardinales del Universo… simbolizando incluso, los cuatro elementos principales:

1.       Tierra

2.       Fuego

3.       Agua

4.       Aire

Cuatro chacras primarios:

1.       Muladhara

2.       Savadhistana

3.       Manipura

4.       Anahata

Teniendo que superar la kundalini o fuerza “terrena de anclaje”, que es impulsada por la fuerza “magnética sexual que sube”, más allá de las alturas del “manipura”, y la contracción del diafragma, para unirse al Anahata o corazón…

Cuatro animales sagrados:

Tauro o toro: materia o tierra; muladhara

Leo o león, fuego: el espíritu o esencia; la fuerza de la naturaleza inferior, superando el límite del diafragma… superando el límite del manipura o la ciudad de las joyas…

Escorpio agua, el símbolo del alma;  la serpiente que se convierte en águila al traspasar la barrera, pues luego de avanzar, más allá del diafragma, conecta con el “corazón” y se estrecha a la “voz” o garganta, llegando a la silla turca del esfenoides, donde radica la pituitaria… “donde vuela la paloma de la paz” llevando el olivo al arca, después del diluvio… certificando a Moisés, el haber llegado a la “Tierra firme”…

Necesaria es la lectura de los “veintidós versículos del capítulo ocho del Génesis”:

Génesis 8.1-22 (Referencia a los animales)

1  Y se acordó Dios de Noé,  y de todos los animales,  y de todas las bestias que estaban con él en el arca;  e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra,  y disminuyeron las aguas.

2  Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos;  y la lluvia de los cielos fue detenida.

3  Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra;  y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.

4  Y reposó el arca en el mes séptimo,  a los diecisiete días del mes,  sobre los montes de Ararat.

5  Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo;  en el décimo,  al primero del mes,  se descubrieron las cimas de los montes.

6  Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho,

7  y envió un cuervo,  el cual salió,  y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.

8  Envió también de sí una paloma,  para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.

9  Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie,  y volvió a él al arca,  porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra.  Entonces él extendió su mano,  y tomándola,  la hizo entrar consigo en el arca.

10  Esperó aún otros siete días,  y volvió a enviar la paloma fuera del arca.

11  Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde;  y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico;  y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.

12  Y esperó aún otros siete días,  y envió la paloma,  la cual no volvió ya más a él.

13  Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé,  en el mes primero,  el día primero del mes,  las aguas se secaron sobre la tierra;  y quitó Noé la cubierta del arca,  y miró,  y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.

14  Y en el mes segundo,  a los veintisiete días del mes,  se secó la tierra.

15  Entonces habló Dios a Noé,  diciendo:

16  Sal del arca tú,  y tu mujer,  y tus hijos,  y las mujeres de tus hijos contigo.

17  Todos los animales que están contigo de toda carne,  de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra,  sacarás contigo;  y vayan por la tierra,  y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.

18  Entonces salió Noé,  y sus hijos,  su mujer,  y las mujeres de sus hijos con él.

19  Todos los animales,  y todo reptil y toda ave,  todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies,  salieron del arca.

20  Y edificó Noé un altar a Jehová,  y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia,  y ofreció holocausto en el altar.

21  Y percibió Jehová olor grato;  y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre;  porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud;  ni volveré más a destruir todo ser viviente,  como he hecho.

22  Mientras la tierra permanezca,  no cesarán la sementera y la siega,  el frío y el calor,  el verano y el invierno,  y el día y la noche.

Continuando:

Acuario o aire: glándula mencionada, que como antena, trae la luz o es portador de luz, al “inspirarse” bajo el imperio de la dirección del Guía Superior o Ángel de la Guarda…

Entonces podemos agregar, que la “fuerza de la materia, o toro o Tauro” desde la “isla” primigenia, debe saltar al vacío, conectando su larga trayectoria hacia la “libertad acuariana”…

La serpiente escorpiana, luciendo desde el lodazal del pantano, a “convertirse” en águila trascendente, llegando a la “cima del mundo” o glándula pineal, a través de la hipófisis…”elevándose por encima de los dioses”… (La serpiente emplumada de los Mayas)

El “ojo” del toro, (Pituitaria) o punto referencial de quietud, está “inscripta” en la magnífica estrellas de dicha constelación: Aldebarán; la luz del mundo, la luz de la iluminación y el sonido, música de las esferas y del Universo; “el intérprete de la Voz”; el Verbo hecho carne”…

Su planeta regente, es venus o Afrodita… y la exaltación de la luna (Yesod) como formadora, y relacionada al cuidado de la tierra, es la siembra y la cosecha, símbolo de la “Virgen que cuida al niño”…

Entendiendo que la “Voz” y el decir, son conexiones directas con la “existencia”…

…“decir” es “hacer o formar”…

Por ello, el “toro” y su estrella, como así también Venus, la diosa romana, son símbolos del amor terrenal y “celeste”; Es la Afrodita griega, nacida del mar, creadora de la belleza, de la plenitud, del “ritmo”, de la cadencia, del sonido, de la “música”…

Más las Pléyades, se parecen en el cielo, a la “blanca paloma” que con sus extendidas alas, parece posarse en el fuerte dorso, del magnífico animal, que “entroniza” la fuerza primigenia de la creatividad, la sexual… a lo que hacíamos alusión respecto de Moisés…

El centro de las Pléyades, la estrella Alcione, sol central del Universo, alrededor de quien gira nuestro sol, siendo la influencia creativa que marcan los días galácticos, a que nos hemos referido en etapas anteriores…

Por ello representa la Ley de Generación…

A medida que la rueda circula en ambos sentidos, un aspecto animal del “hombre como raza”, cae… un velo de Maia o Isis, se descorre; más, el espíritu de Horus, o conciencia, o cabeza de la esfinge se levanta, en el inconmensurable mundo de la realeza universal del Ser…

La serpiente emplumada, se entroniza en la escalinata, llegando con su hermoso vuelo a la cúspide de la pirámide…
Vitelmina Ahuir

 


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