OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Vav...

 



Vav…

Podemos recordar lo expresado anteriormente respecto de la contracción del Aín, dando lugar al Aín Sohp, llegando por este medio a la compleja Creación de Aur o Luz.

Como todo dispositivo energético distribuido en red, era necesario “conectar con esa Luz” primigenia; al momento en que la Luz llenaba toda la realidad…

La Trinitaria Expansión, volvió a contraerse; algo parecido a la compleja respiración de inhalación y exhalación, de cada Ser.

Tal el proceso celular de grástula, la Luz produjo un vacío con límites, donde existirían después, los mundos finitos.

La Divinidad atrajo entonces un rayo de esa Luz, de manera Individual desde la Infinita Fuente como conexión directa.

De esta manera queda expreso el misterio de la letra hebrea Vav, integrante del Tetragranmatón.

También es importante recordar que las letras hebreas derivan desde la comprensión de una “llama de luz” primigenia, que se extiende en muchos sentidos.

Vav comprende la instancia direccional arriba y abajo, como así también las “fuerzas energéticas Eléctrica y Magnética” cuya complementación equilibrada, integra el proceso de Creatividad. Por ello, aunque se distingue de manera singular, expresa la paridad compensatoria entre lo interno y externo, incluso a la relación entre el creador y la realidad creada.

Desde la llama Primigenia en descenso, la fuerza externa del trazo de la línea, entiende la posibilidad de diferenciar y separar los variados aspectos de la realidad, estableciendo un orden jerárquico, arriba y abajo, sustento de la Creación.

En cambio la fuerza interna de la línea, emite la posibilidad de revelar la ínter inclusión inherente de los distintos aspectos de la realidad, uno en otro, o uno con otros, asociándolos en una cooperación integral, o un todo orgánico, que comprende lo sistémico.

Esta propiedad de la letra vav, como se usa en hebreo, se conoce como vav “hajibur”; energía de "conexión". Nexo, ligamento, consorte, dar y recibir.

Dentro del concepto constructivo de la oración, se asemeja a la “Y”  de las letras castellanas, y de alguna manera incluso a la letra hebrea “Lamed”, incluida en el distinguido discurrir del Ser, en el centro: YO SOY, y que castellanamente, se incorpora como “S”.

“En el principio Dios creó los cielos y (Vav) la tierra".

La creación

Génesis 1:1

1En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas…

De ésta manera, también podemos entenderla como Principio de “orden” y “asociación” entre cielo y tierra, espíritu y materia.

Aunque en traducción diferente que la original, desde este contexto castizo la letra “Y” ocupe un lugar diferente (pero asociado al 31, cuatro) en el antiguo ocupa el “orden” veintidós dentro del versículo primero, y su “paridad” Única.

Por tal motivo se asocia al sexto camino del Árbol de la Vida.

Portal al Infinito dimensional de “veintidós”, uniendo las Sefiras en otro momento descriptas, incluyendo Alef y Tau, “alefato” completo.

Aún más allá de este entendimiento, la letra Vav concibe la inversión del tiempo, dentro del espacio. Por lo tanto la unión temporal con lo atemporal.

Vav hahipuj: es el poder de la vav de invertir el pasado en futuro.

Esta transformación que incluye transmutación en sí misma demanda, paradójicamente, atraer la luz desde el futuro hacia el pasado.

Desde lo sutil a lo denso, desde la comprensión por medio de la experiencia a la inexperiencia, incluso al retorno, desde el espacio al tiempo, tras la incorporación de la planificada experiencia.

Inversión del tiempo, desde sus polos en un punto medio e inclusivo, que pretende todos los tiempos entendidos por los receptores individuales, o cerebros, dentro de un Eterno Presente.

El fenómeno de la luz quebrando la oscuridad del Tzim Tzum, la contracción primordial, es en sí misma, que encierra el secreto del tiempo; la Luz destellando en la oscuridad, dentro del espacio.

De ésta manera, se advierte mejor el giro levógiro y dextrógiro incluso, la alteración que implica los escritos del Génesis, reportando:

Génesis 1

La creación

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y vacía[a], y las tinieblas cubrían la superficie[b] del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie[c] de las aguas. 3 Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día.

Continúa…

Vitelmina Ahuir


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