OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Concepción numérica del milenio y hoy


 

Nuestros estudios numerológicos, están concordados con las enseñanzas cabalístas.

Para la Cabalah, son 22 los senderos que unen las diez sefiras o números insertos en el árbol de la vida.

De allí, que el treinta y dos, la suma de ambos, son relaciones matemáticas, geométricas, astrológicas y angélicas.

Esta última, la angélica, expresa los diferentes momentos de la Creación del Altísimo.

Los sonidos o alfabetos de las diferentes culturas, nacen igualmente al conteo de procesos planetarios.

De hecho, los senderos cabalísticos, se relacionan a las 22 letras hebreas.

¿Por qué 22?

Tres letras consideradas madres: Aleph, Mem y Shim. Emparentadas con los tres elementos, excluyendo tierra.

De las 19 restantes, hay doce letras simples, en concordancia a los doce signos del zodíaco.

Las siete restantes, consideradas dobles, relacionadas con los siete planetas que se observan a simple vista, ojo desnudo, es decir, sin telescopio, a saber: sol, luna, mercurio, venus, marte, júpiter, Saturno.

Las correlaciones matemático geométricas, a partir de esa diversidad de datos, hacen un pronóstico reservado, del nacimiento de los seres, bajo la protección de la Luz Universal, acorde al Tiempo Espacio de Creación.

Muchos preguntan sobre la cifra: 12/12/2012 y 21/12/2012.

Como habíamos visto ayer, la suma de dígitos, nos muestran un número que como otros dos, son considerados “Maestros”.

Ellos son: 11, 22, 33.

En el caso, de la fechas anteriormente mencionadas, nos llama a simple vista, la aparición del 12.

Son importantes en los estudios  matemáticos geométricos, no sólo la cantidad, sino la calidad y el orden de cada número.

Somos un resumen de tres cuerpos: Mental, emocional y físico.

Emparentados con: Unidad, decena, centena.

Pero para simplificar, diremos que el 12, cuya suma arroja un 3, indica que es momento de “sacrificar” viejos patrones o estructuras: mentales, emocionales o físicas que ya no son viables de llevar en un estado de conciencia superior.  Arribando al tres (3), la concepción de un sistema o integración de un Sistema, que no es solamente físico, o de las galaxias y estrellas.

La propuesta del milenio dos (2), cuyo compañero es el cero (0), símbolo del vacío, nos llama a seleccionar nuestra manera participativa o cooperativa con las fuerzas universales.

El 20 es número de resurrección, pero la resurrección, instruida por el Maestro Jesús, está relacionada con el undécimo (11) Mandamiento.

“Amaos los unos a los otros, como yo os he amado”.

De hecho, los  veintidós (22) capítulos del Apocalipsis, están instruyendo sobre los pasos a seguir, para vivir en un plano de inclusión de los demás.

El capítulo 11 del mismo libro, habla de la vara de medir:

“Levántate y mide el Templo de Dios y el altar, y los que adoran en él”

Esta visión, habla de la inclusión de las dos (2) partes que somos. Pues, el Templo, tiene dos columnas: Jakim y Bohas. “Yo y Tú”. Consciente e inconsciente.

Templo es donde se guarda la esencia o Ser. Que está compuesto por: Esencia o Espíritu, Alma y Cuerpo. Santos. Todo es nuestro Santo Sagrario.

Tanto Sumerios, Hebreos,  Mayas, Toltecas, han tenido la misma visión.

Un Templo sostenido por la dualidad, manifestada en tres cuerpos.

Cada cuerpo tiene tres partes, al igual que el físico:

Cabeza, tronco y extremidades.

Los tres Cuerpos mentales: Padre, Madre, Espíritu Santo, como lo es Pensamiento, Emoción y Acción, o Poder, Amor y movimiento.

Para los Toltecas por ejemplo, el llevar una vida Impecable, es tarea de este tiempo.

Podemos deducir que Impecable, viene del Latín: Pecatus.

Im= negación

Pecatus es sinónimo de estar descentrado, o no tener la concurrencia sobre los tres planos, uniformemente.

Pensar, sentir, hacer.

Esta época  mágica, nos ofrece la posibilidad de Pensar: Con amor al otro.

Sentir: Lo que me gusta o me disgusta, también es patrimonio del otro.

Hacer: en función de lo que fuimos creados. Unidad; y para ello la inclusión del undécimo mandamiento.

Pero no podemos llegar al undécimo, sino hemos incluido o aprendido el primero.

“Amar a Dios por sobre todas las cosas”

¿Quién es Dios?

Dios es la Máxima manifestación de la vida y la Creación, según las diferentes corrientes religiosas y filosóficas.

Los Toltecas dirían, la suma del Tonal, con el Nagual y el Intento.

Para los astrólogos: Sol, Luna y Ascendente.

Para los Magos: Domesticación total de los caballos que llevan el carro; ajustar las riendas de los caballos, para que el cochero esté firme en su camino.

Para la Cabalah, subir por el camino del Tejado: desde el Malkut, pasando porThifereth, saltando el Daath o abismo, para llegar a Keter o Corona..

Diferentes caminos para SER; SER es “resonar” con la Unidad o Dios, o Universo, como quieran llamarle.

Estamos a punto de incluir el primer número maestro. El once (11). Que es un uno al lado del otro. Dos líneas iguales y paralelas; con un mismo destino; en paridad. Dos enteros. Dos fuerzas. Dos parámetros iguales. Dos puntos que se convierten en rectas cuando se les aplica una dirección y un sentido. Dos centros, que corresponden a la división de la esfera. La unión de las Aguas de Arriba y las aguas de debajo, que se mencionan en la Biblia.

La vuelta de Cristo; el despertar de la Conciencia. El descubrimiento de quien realmente SOMOS.

 Vitelmina Ahuir

 

 

 

 


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