Sara, la esposa del Patriarca

Cuento

Llegando al final de sus vidas, juntos frente a su tienda, Sara contemplaba el horizonte del ocaso con su amado esposo Abran… y una nostalgia por los tiempos idos, los embargaba, aunque ambos en su corazón, sabían que habían hecho de sus vidas, lo meritorio ante Jehová su Dios…

Inefable energía, que cumple sosteniendo el tono de todas las sinfonías, los nombres y funciones, más las formas, con que Adán había inteligentemente designado a cada una, más acontecimientos…

…y hubieron honrado su visión… de todas ellas en todas y cada una de ellas… desde lo máximo a lo mínimo…

En ese mágico instante, así habló Sara en su monólogo resultado…

_Amado esposo Abran...

… siendo tu mujer, mira conmigo, abrígame y cobíjame, transita en el hoy,  la luz del ocaso,

pues en mí verás a todas ellas, como en ti veo a todos los patriarcas de la creación inefable…

_Mira conmigo, en esta dirección tan única, sin tangente, sin curva, tan sólo en extracto…

Amanece amándome, sin más venas rotas, en la hoja del buril sangrando,

arribando al camino en acierto feliz, más segura ya, de entregarme a tus brazos…

_Nunca preguntaré, si cortaste las rosas, o si te conformas hoy, con los lirios morados,

y si los pones luego, cansado de algún nuevo asombro, desmayado en un vaso…

_Siente sólo que, puedo ser en mi corazón, aquella,  pérfida mujer,  la señora  en sortija o en pulsera esclava…

…pues cautiva la esencia femenina en tantas direcciones, soy como Agar, la esclava que te ofrecí, madre de Ismael y como otras tantas…

…una mirando al montículo y la otra al abrazo, sintiendo en lo desgraciado…

…pues a Agar te ofrecí para tu felicidad, y a quien te la di como esclava, exactamente cumpliendo con el mandato divino, tal como el Señor puso las almas en Adán y Eva, en infinita progresión de pares…

…dos unidos en el punto del infinito…

…pero en tantas diversas y multiplicadas direcciones, y dimensiones… que debíamos juntarlas en este instante…

… así tú conmigo, con Agar y tantas más… con tantos otros patriarcas… que averiguando la verdad, se unirán en lo transitorio… en paridad finita, hasta el infinito de la verdad… en sus corazones…

Gemelares espejos, dentro de espejos y tantos más, como de relumbre trae el agua del oasis, al ser movida, al tiempo que los camellos beben en la tarde, luego de cruzar el infinito desierto… desfigurándose en sus alianzas… como dentro de sí mismos..

Tantos tiempos, como dimensiones y dimensiones deseen transitar, para llegar a la verdad de Jehová…

Designio de nuestro Padre que mora en los cielos…

Muchas noches una a una, cada mujer, se pensará, fundida en visión de furtivo solaz, en su propio mar de sargazos,

eligiendo ambas, los fatales designios y amarradas tan sólo, una y otra vez, a repetir fracasos…

Pues la vida muerde, como sierpe muda, y el humano tiende a confundir lazos…

Continuó diciendo…

_No deseé nunca, ni querré por tanto ya ser, ni tu amante señora o fatídica reina,

tampoco la esclava que se prende sólo, al paso estrecho y oscuro y fugaz del pequeño trazo…

Ésta va eligiendo lóbregas señales, y turbada se ajusta sumisa al portal aciago del  servicio vano,

yendo a cortar mil rosas, que llenas de espinas, sembrando  con su alma, más regando el sendero, con su sangre, en vasto…

_Siente este mi amor, único,  que pretende unirnos,  en secreto oscuro encerrado, más es noble y diáfano…

…con perenne visión de transitar tan sólo,  el último soplo que iniciático fue y hoy, en su más augusto tramo… une a mil almas, en su aprendizaje, desde las naciones que fundaras con tus hermanos, y salidos de los doce puntos, que brillan en lo inmediato al sol y desde el cielo…

Pues  sé, que el corazón siendo humano,  cautivando el trono supremo en sí mismo, no ofrece jamás, enmohecidos pedazos…

No se identifica, con ninguna de ellas, y por merecerse a sí misma, es su abismo sin fin, cree que va amando…

Camina conmigo, por el resto de vida, alienta mi alma, estés donde estés, siendo mi tenor y yo, tu soprano…

Respeta a todos los  hijos que en todo pudor y pureza te hube brindado, en Isaac, en tiempo y espacio…

Pues en su nobleza se asentará la multiplicación de pares, que finitamente buscarán la verdad, hasta el infinito…

Más, en sublime amor, fueron todos ellos, y en él, de albura engendrados…

Son el resultado, del amor más puro, luces sin destino, ni tintes nublados…

Tan sólo sacrifícalos, tú y los patriarcas, cuando frente tuyo apareciese, cansado, el peregrino aquel, que viene del pasado y de paso… rumbo al oasis que no se turba… y en él, es esperado…

…pues es muestra, que ha encontrado la fina trama, puerta distintiva, heraldo de senda, dispuesta en el raso, siendo voluntad, de soberano esfuerzo esa insignia cierta, que te muestra le acerca al lozano sentido del alma, y siendo esta agua viva, le sea necesario, nunca se resulte en su laurel profano…

Y así continuó…

_De beduinos ladrones, hemos tenido historia, más, tomarán las perlas hilvanadas, terminando como paja en el corral de cabras, que las pisarán sin valorarlas… sin respeto a mi sacrificio…y tu honesto sacrificio de Isaac, por un pueblo, que no siempre se merece esa acción, ya que  su magra voluntad, de no rendirse a la comodidad de ser alimentados y encaminados, se echan a dormir más allá que el gallo canta, subido al palo de los gallineros, simplemente, asustados…

… ellas serán, perlas desperdiciadas… que tirarás en vano…

Y siguió en su relato…

_ Sé que santamente me has amado desde la templanza del acero, y hasta el mismo borde de tus pecado y de los míos… como así fueron de pecadores, nuestros padres, Adán y Eva… porque tal como nosotros, ellos fueron humanos…

Si sí es tu sentir y sabiduría, entonces sabré, cuando la noche descanse mis ojos, que mi vida tuvo su dicha de hartazgo, su sino, y también el más alto de los significados…

He cargado aquel útero fino, cuenco divino, a veces,  externa locura motivo, interna de sagrario sano…

Tiéndelo en tu tienda, tal samaritano, servirá de abrigo para aquel sediento y también de manto

y tal como ánforas, bordadas desde estrellas azules, vertiendo su agua limpia de estrato sagrado;

ellos merecedores al alba, de entrar en tu tienda, siendo dignamente, por pobreza espíritu, frente a ti, su solicitado…

Comulgaremos juntos, yo  contigo, tú conmigo, más todas las infinitudes de pares, en todas las direcciones y sentidos, uniéndose en el punto medio, del símbolo del infinito….

…también comulgaremos con aquel extranjero en este y desde este santo más altísimo erario;  pues pródiga es la noche y en su seno magno, es cruel desvarío de luna creciente y su fondo estrellado;

…más parcial la lumbre, ávida de gloria, produciendo sombra, su devaneo indigno lo enclavará al abismo, sin justificarlo…

Miremos muy juntos, el oro fundido, que sirve de cuna a dos justos, eternos amantes, tan  enamorados…

Que sea mi cuerpo, y mi alma, más el noble espíritu que te une en mí, y a mí en ti, y no nos turbe la vasija del cuerpo, pues es allí, donde menos te quiero…

Que enterados ya, que la noche es larga, negra y quema también el más ardiente verano soleado,

va dejando al alma, dolida y sumida, atrasada en despacho,  sin término de su resultado…

Teje conmigo, con laureles albos, la carroza eterna de hilos magnánimos… solidarios, pero nunca, jamás  mancillados…

La etérea vasija, que libando mieles al poniente cierto, confiados nos pone, a mi alma y a mí, entre tus tibios brazos…

Amémonos hoy, sin nombre ni estrado, que será semilla del futuro incierto, y también lejano, de tantas direcciones y dimensiones, de pares sagrados, tantos como el Padre los hubo  creado…

Concluyó:

_Pues yo bien te digo, que siempre he visto, en camino cansado, que del buen vino, Noé fue embriagado, y las níveas ninfas, limpiarán el templo con su avinagrado…

Vitelmina Ahuir