Hágase la luz…

¡Hágase la luz! ¡Quiero contemplarla!

¡Que proceda desde mi alma disolvente y positiva!

Quedando atrás, encordados de destierro, 

desde el punto existencial donde es partida…

Machetazo cierto sobre humillantes zarzas

que colapsan, rodean, traspasan, ahogando su salida…

¡Hágase la luz y que brille la esencia desnuda,

que en cardinales puntos del ayer y del futuro

indefensa sin conciencia,  opaca y tenue,

hoy…  aun sin nacer, luce cautiva…!

Resplandor sea en el presente,  en oriente y occidente

y también pertenencia de todo Ser y  toda vida…

Sea hacia el Norte la ruta

y desde el sur el anclaje perpetuo, receptiva…

Yo Soy, y en la vértebra existencial

vibración de conformes,  eufonías…

¡Hágase la luz!

¡Vengan los Ángeles con sus alas redimidas…!

Fanfarrias en los Cielos, maravilla universal

La verdad que hace libre, nazca y perdure

en toda nuestra vida, y cada día…

¡Qué la razón sea paloma de paz,

y en su mental pico, ordenada  fuente

blanca y transparente su misiva…

Rama de olivo y triunfo, sobre cada existencia

perdurando en las viscerales entrañas creativas…

Ser y esencia, Uno en alabanza eterna

Unión perpetua, sin ecos de angustias

servidores y servidos, desde el mismo sol,

hasta el confín mismo de las estrellas,

del fulgor amanecidas...

Acogiendo complacencia en cada corazón

que ansiando incandescencia, así se brinda…

Vitelmina Ahuir