OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Aleph-Etz-Adonai

Aleph-Etz-Adonai

El árbol del Aleph, o Árbol de la Vida, se entiende como el principio de la Vida, o principio viviente,  pone en movimiento al cuerpo humano activando su campo celular…

Como una enorme arquitectura que establece la conexión permanente desde la genética, surge esta acepción, comprendiendo a la “Gran Escalera” evolutiva de la raza humana, con sus dos grandes columnas, que en la Biblia se asocian al Urin y Tumin…

Desde su genitivo, el vocablo Thummim deriva de la raíz consonántica tau, men, shamek cuyo significado es "perfecciones", o perfeccionamiento; mientras que Urim deriva de la palabra “luces”;  por tal motivo, Urim y Tumim se han traducido como las luces y perfecciones por la tradición, tomando la forma alegórica, como de revelación y verdad, o doctrina y verdad como aparece en la Vulgata, escrita por San Jerónimo…

Desde los términos babilónicos urtu y tamitu, que significan oráculo e instrucción, respectivamente, indicaría la instrucción recibida por la intuición o la mirada más allá de los ojos,  o de lo que los ojos perciben por medio de la visión física…

Otra acepción nos dice que podría tener su genitivo desde el vocablo arrim, que significa condenado; de modo que Urim y Tumim significaría culpable o sin culpabilidad, en referencia al juicio divino específicamente, respecto de un acusado; respondiendo a culpabilidad o inocencia…

Desde esta comprensión, podemos decir que el poder lumínico proveniente de la conciencia individual, procede a marcar los cristales o minerales interiores que circulan en el cuerpo, gravando los estados de conciencia, o lo comprendido e integrado; lo que luego servirán a otros de la misma familia o árbol para avanzar evolutivamente… e incluso, a los no sanguíneos, por inter relación o intercambio informativo y su referida práctica o ejercicio…

Los cristales gravados actúan en el sistema circulatorio, llegando a los confines de todo el cuerpo…
Por ello, también el urim y tumin, está relacionado con el pectoral del juicio del sumo sacerdote...

La energía que procede desde la Memoria ancestral desde la divinidad de la Esencia, surge como un capullo que se abre, como memoria cósmica expandida, desde lo micro a lo macro...

Esta energía procede a formar las imágenes e ideas, en el campo mental y dibujando desde lo álmico a lo corpóreo, por circulación, la forma arquitectónica de lo tridimensional…

Por lo expresado, esta energía asiste los procesos vitales temporales de los cuerpos físicos que sostienen como carro al álmico, proveniente de lo mental superior, los que no son visibles, o tangibles…

La música de las esferas, se conecta como vida, encendiendo a manera de una enorme caldera dentro de las células, tal millares de soles atienden sus sistemas, y así, un núcleo solar en cada una de las células, las asiste comunicando su servicio al todo corporal, su idoneidad y tarea…

De esta comprensión lumínica, se desprende la comprensión angélica, o de Seres de Luz, desde Serafines al Ángel particular de cada individuo…

Génesis 28:10-19 (1,1,1)

El sueño de Jacob en Betel

10 Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán. 11 Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar.

12 Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los Ángeles de Dios.

13 En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado.

14 Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.

15 Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido».

16 Al despertar Jacob de su sueño, pensó: «En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta».

17 Y con mucho temor, añadió: «¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!»

18 A la mañana siguiente Jacob se levantó temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la erigió como una estela y derramó aceite sobre ella.

19 En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.

Se comprende por Betel a la ciudad Santa de Dios…

Vitelmina Ahuir

Oración: ¡Oh Espíritu Infinito! !Qué la vida reciba entendimiento del Aleph Etz Adonai y los Imponentes Hechos del Señorío, que decretan la nueva vida, infundiendo a la Creación de mi YO SOY con Tu Creación superior de vida eterna…


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