Seré…

No ampara mi esencia,  tumultuosas aguas

ningún torbellino subyugado al miedo

o enclavando a mi alma…

Luce contenida por  cercos de espuma

que presta tu amor, y asegura clara,

tu grandeza de hombre, que mi amor reclama…

Conociendo entrañas de mares profundos

que amando estremecen y en memorias graban…

Y  seré sirena que en mil caracolas

guardará esperanzas en corales ámbar,

mientras danzarinas corrientes  de júbilo

llenan el vacío y esperanzas cuajan,

 estremeciendo   ondas sutiles de tus dulces aguas…

Y seré  goleta que surque tus ansias,

dejando una estela informe sin ruta

yendo tras de ti, como hipnotizada…

Surcaré los mares, paletas sin garras,

uniré mi cielo y tu gloria, a ligeras alas…

Y seré aire y también la bruma

y en eternas olas, batiré  tus playas

con dulce ternura que nacen de mi alma…

Y seré tierra honda, que semillas cuaja

cáliz de tu amor, que mi vida aguarda…

Seré luz y sombra, en mi corazón,

y también  sonido y porque no, danza

que entiende silencios, estepas sin causas…

aridez sin llamas…

Y seré espera árida, de horas calladas

y tierna inocencia de niña que aguarda…

a su príncipe cielo, en sus madrugadas…

Fui y seré por siempre, angustia y mirada

en cada silencio, donde te recubres y también te guardas…

Porque para mí sentir, tú eres esa estampa

que en amanecer de mi dicha eterna,  a diario se agranda…

Eres luz, y  vida, estío y esa agua

el aire, la tierra, vacío y la llama

del fuego donde ancla

la razón, la vida y también mis ansias…

Volverá ese barco que se fue en la nada,

trayendo el salitre de surcadas aguas,

y en atardecer de ocaso, querrá la nostalgia

disipar por siempre mi vista nublada…

Secarás las lágrimas que parten del alma,

que la vida horada y mis labios callan,

formarán entonces  todos esos mares

que lento descorres y tus costas bañan…

y seré por siempre, la meta, la vida y también tu playa…

Vitelmina del Valle Ahuir