La sombra y sus profundidades
La sombra…
En términos generales, a grandes alturas corresponden grandes profundidades…
Al igual que la sombra se dibuja al amanecer, en cuanto nacemos las sombras de la sique o psiquis en términos junguianos, se alarga para ser reducida a medida que el sol se instala en el zenit o medio cielo…
De allí que los egipcios tuvieran varios modos de representar la luz de la conciencia, sol o luz y el efecto que producía sobre la sombra de la personalidad del individuo…
La imagen del escarabajo nos indica que largas serán las horas de arduo trabajo para reciclar o transformar la sombra que se proyecta… siempre en algunos de los personajes que en la vida se nos acerca para espejar y contemplar, la propia sombra… que cada individuo debe incorporar…
El sol del mediodía, en que la sombra es inexistente por introyección o inclusión de la sombra, la conocían como el símbolo de Ra o sol resplandeciente… en el zenit…
Por último, la imagen de Horus, como sol que descansará para volver al ciclo anterior y naciendo nuevamente como escarabajo… y el ciclo, volvía a comenzar…
Fue la manera sencilla de esta cultura de simbolizar al sol como consciencia radiante de luz interna incluyendo la oscuridad con comprensión de uno mismo, en un cuidadoso examen, que será parcializado en todo momento, hasta la senectud, en que la porción de sombra a incluir en esa vida, estaría finalizada…
De esa manera el sol del poniente, ya indicaba que en la próxima reencarnación, esa sombra sin despejar o proveniente del ciclo que fenecía, era resultado y connotación inminente de la próxima…
Esto equivale a decir, que cada individuo, tiene una parte de la personalidad en sombra, que en la actitud de inclusión, debe ostentar la máxima verdad que posee sobre su vida, es decir, ser lo más honesto consigo mismo…
En las diferentes culturas que revelaban religiones o modos espirituales según su idiosincrasia, la sombra ha sido considerada como partes “muertas” o no ejercidas por el individuo… zona de oscuridad o no reconocida de uno mismo…
Dentro de la sombra, incluso se encuentran las propias potencialidades no ejercidas, por no ser reconocidas aun en el proceso individual…
De allí que el arquetipo de Plutón para los griegos, fuese bautizado como “el rico”, ya que inclusive no se animaban a nombrarlo…
Reconocerlo como pulsión interior que nos lleva a 2calcinarnos2 en nuestro propio “horno” de alquimista, era temido y por lo tanto, pasó a ser el “innombrable”…
En las Sagradas Escrituras, se lo identifica como a uno de los Ángeles que visitaron a Sodoma y Gomorra, para destrucción absoluta de un recinto, donde los “descentrado” pecadores o sombreados, no eran aceptado por el altísimo… o luz de la conciencia…
También lo es el concepto de los tres reyes magos que visitaron al Maestro Jesús en su nacimiento…
El mago negro como símbolo incluso de hechicería y magia de la misma correspondencia, hace alusión a la tan temida sombra… que aún al Maestro de Maestros aquejó, llevándolo al desierto o peregrinaje para conquistarla…
A partir de la luz del sol (Consciencia), y su prisma (visibilidad) traspasando los niveles de bruma en el aire o espacio, se forma el “arco iris”, que también es otra figura arquetípica de la misma Biblia…
El color o los colores no están en los objetos, sino en la luz que este prodiga sobre las cosas…
De allí, que la astrología adquiera el significado de sol, como luz o conciencia sobre los hechos, actos y objetos…
Nacido de este prisma primordial, y sus ángulos de sombra en el mismo arco iris u objetos, nace la geometría sagrada o valoración del sujeto objeto, por medio de la creatividad, que es otra de las facetas del arquetipo solar…
Independiente si los sucesos cronológicos referentes al diluvio existieran o no, la contemplación que puede ser fenomenológica o propia del tiempo espacio, la correlación de la imagen incluida en luz por el intérprete o escritor del libro del Génesis, nos muestra la concepción subjetiva o comprensiva del mismo sobre el suceso…
En la alegoría de Noé mandando un “cuervo”, para ver si las aguas habían descendido, en primera instancia, nos lleva a interpretar que un cuervo es sinónimo d oscuridad y que las aguas del diluvio, son las emociones internas que suben o bajan acorde a queramos o no, considerar la comprensión, aún frente al dolor que nos produce vislumbrar, nuestra propia sombra…
Él envió de la paloma y el retorno del ave con una rama de olivo, nos indica que “las aguas” han bajado y que a través de ellas y su contención, se ha producido la concreción del “árbol “ y sus frutos…
La paloma como emisaria y su blancura, a la razón sin mácula o deshonestidad, con que debe vestirse la razón… pero la sutileza de la paloma, es relación lunar o àlmica de aprendizaje…
Maridaje eterno entre sol y luna… consciente e inconsciente…
Volviendo al prisma y el paso de la luz por una resistencia que en este caso serían las aguas de arriba, a que también alegóricamente, hablan las sagradas escrituras, nos indica que dicha fuerza contraria, dispersa sobre la faz del planeta o campo objetivo concreto, o plasma mater, las figuras geométricas, se van creando con esta luz y su procesos de sombras…
Podemos inferir entonces que en este proceso de inclusión de luz y sombras, no será idéntica la elaboración en las diferentes formas de vida, pues algunas habrán sido sembradas antes o después, incluso el mismo proceso, marcará la diferencia de las distintas vidas, consistencias y resistencias de cada una de ellas… en cada una de las diferentes etapas…
Es así, que los antiguos egipcios, no solo incluyeron las figuras geométricas como concepción de interpretación de las diferencias, sino que al igual como procede en la Biblia, (libro que se asienta sobre alas antiguas tablillas Sumerias, incluso mucho más antiguas que esta), sino también a que cada ave y su manera de comportarse, tendría un aspecto de “sombra” que cada individuo debía imitar en su creatividad para aprender…
De allí por ejemplo que la golondrina fuese símbolo de buenas noticias y de cambios inminentes pues llegaban en primavera y se retiraban en el otoño…
Cada escritura religiosa o espiritual tiene su manera o indicativo arquetípico relacionado con lo externo y la actitud contemplativa… en el caso de los egipcios, que sería emulada por los griegos…
De hecho el método de la contemplación, fue platónica… y su respectiva dialéctica o método filosófico, como actividad cognoscitiva a través del ejercicio de la razón… es comparativa a lo que egipcios entendían como instrumento de un ave particular, llamado Ibis…
El ibis, ave zancuda oriunda de estas tierras, a quienes los egipcios entendieron como parte del elemento primordial: “aire”, que no solo hacía crecer la multiplicidad de vidas, sino la razón a través de la contemplación externa e interna del individuo, buscando sus propias sombras…
Junto con las figuras o geometría, apareció la “construcción”…
Construir externamente incluye la construcción en lo mental, emocional y físico del propio constructor… cuando conquista su propia sombra…
Cada construcción va produciendo una herramienta interna que se suma a la primera y así apareció para la mitología de esta cultura, el arquetipo del dios Ptah… el alfarero…
La razón sometida a la construcción en el medio tangible, como creatividad va reduciendo el nivel de sombra… ya que volviendo al escarabajo, a medida que el día como medida de tiempo, que también puede ser vista desde tiempos mayores, un Ser se va construyendo hasta que en una multiplicidad de vidas, pasa a ser integrante o parte del mismo Ra, inmortal e imperecedero…
Los templos erigidos en cada ciudad de Egipto, fueron espacios de “construcción” de alumnos y adeptos en la inclusión de la sombra o constructor de sí mismo… como etapas, relacionadas a los vórtices energéticos desarrollados o integrados… física, emocional e inteligentemente… aprehendidas…
Desde esa mirada, la concepción de Ra o Rama para los hindúes, nos hace pensar el Brahma, Visnú y Shiva, tal imaginario colectivo idéntico o con palabras diferentes, de la misma cosa…
Todas las culturas hablan de la inclusión de la sombra por medio del “imaginario” personal que luego alimenta al imaginario colectivo…
Todo imaginario está compuesto por luz y sombra… la dualidad, pero toda creatividad arriba a la inclusión de la sombra propuesta para cada una de las diferentes etapas de vida, que aprehendidas son inscriptas en el alma…
Se ha sumado una nueva herramienta…
La golondrina también era símbolo del alma para la cultura egipcia… y de allí, la emigración, símbolo de la transmigración del alma…
Idéntica función arquetípica ofrece la flor de loto emergiendo de las aguas del Nilo o “primordiales a la vida”…
Vida sobre las turbias aguas del inconsciente…
Tanto budistas, tibetanos incluso chinos, con sus flores como el “cerezo”, nos llevan a pensar en los jardines…
En todo jardín hay luz y sombra…
Materiales de desecho que son nutricios del nuevo ciclo…
Y los animales, como arquetípicas figuras de inclusión o parte de las sombras… actores de la sombras…
En todas las culturas, la sombra ha sido defenestrada o admirada… temida o buscada como una belleza para conquistar…
Así surge la figura del héroe de las distintas mitologías… y el agua como elemento disolvente, contenedor y nutricio, de flores, animales y la vida en su totalidad…
En los pueblos desérticos el oasis, como única manera de sobrevivencia… o de “beber” de las aguas a la “sombra” de palmeras datileras o de frutos preciados…
Y junto a la figura del desierto, el peregrinaje, o cruce del mismo con su aridez, para llegar al oasis…
El peregrino como mítica figura, es el concepto del Ser, deambulando para contemplar en las diferentes vidas, los espacios tiempos de manera diferente y desde distintos puntos de vista…
El arquetipo del “comerciante del desierto” o “intercambio”, a las interrelaciones sociales para equiparar o “reflejar” la sombra…
Las figuras geométricas como el triángulo equilátero, incluido en el sello de Salomón, nos habla de equiparar la interrelación en “intercambio” equitativo, del reflejo de las sombra…
Comprender alas figuras arquetípicas de las diferentes culturas, nos llevan a descubrir en forma paulatina, la oscuridad personal, por medio de un instrumento por demás valioso que es la razón y su medida esencial dada por el sentimiento que produce en cada uno de los individuos como “doloroso” o “de felicidad” interna…
No todo lo que produce dolor es negativo, ni todo lo que nos produce felicidad, es positivo… todo tiene naturaleza dual…
En astrología, una parte importante de luz y sombra, está articulado por los nodos lunares…
Proyección de la luz del amanecer… o de dónde venimos y hacia donde vamos, haciendo crecer en el atardecer, la sombra que será motivo de la encarnación próxima…
Dentro del marco de cada encarnación o molde con que hemos encarnado, las posibilidades del Ser como esencia son sin límites… el único límite, es el cielo… o molde con que artesanalmente fuimos elaborados y sobre la humana proyección como se nos sopló el aliento de vida para trabajar, según la prismática figura consciente o de luz solar…
En cada instancia de inclusión de sombras, poseemos la elección del camino u opción de vida…
Cada sombra conquistada y “construida” será una conquista o herramienta adquirida hasta el final de los tiempos…
El Universo no vuelve a pasar nunca por el mimo lugar…
El sol central de nuestra galaxia se traslada alrededor del sol central de galaxias y así sucesivamente… mientras otras nuevas se van creando…
Algo parecido a una donna o tubo toroide… un saco sin fin…
Atómicamente, partes del átomo son incluidas por su centro a mayor vibración del mismo…
Idénticamente, los planetas serán absorbidos por el núcleo o sol en eones de años luz…
De igual manera, las almas que estuvieron desperdigadas desde el principio delos tiempos y como parte de un Ser Superior, serán incluidos dentro de este ser… todos somos Uno con el Uno…
Mientras, las almas deambulan peregrinamente en busca de los diferentes oasis, produciendo e ingiriendo frutos propios, naturales o ajenos, se va dando la completitud como esencias partes de un mismo Todo…
De allí que la metafísica aristotélica, que en principio fue solo existencialista en su última propuesta, incluyera la partición prismática de colores diversos, y se “amista” con la m irada platónica de la “conversión” de la sombra por medio de la razón…
Diferentes son los métodos filosóficos para incluir la sombra…
El método científico empírico, deja sin efecto el aspecto intuitivo, receptivo y sensible de la contemplación y la dialéctica… y así vemos que dentro incluso de los mismos métodos, existen “sombras”…
Ciencia versus estética, donde la sensibilidad o percepción a través de los sentimientos, hicieron una separación inminente, convirtiéndose en algún punto en antagónicas, dejando el “intercambio”, o dar y recibir, en una cuestión matemática, sin vida… sólo razón…
El arte y con ella la subjetiva estética, quedaron como la sombra de la ciencia y viceversa…
Es por ello que la astrología como ciencia y la religiosidad subjetiva que incluye, plantea la vuelta a la integración del Ser, y el emparentamiento de luz y sombra, como arribo a la completitud del individuo, sabiendo que cada individuo nace, crece y muere, en un espacio tiempo único, cuyo cielo será el límite de posibilidades, acorde a la cantidad o calidad de herramientas o sombras puestas en luz, en las diferentes etapas o encarnaciones anteriores y que serán herramientas adquiridas para desempeño de la próxima…
Sabemos que una sombra ha sido incluida, cuando el pronóstico o predicción pasa por un nivel evolutivo diferente dentro de un mismo Ser o individuo… pudiendo ofrecer un espacio tiempo distinto, dentro de una misma vida…
Vitelmina Ahuir
