OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Conciencia

Conciencia… La vida tiene un confín de aristas misteriosas… cada una de ellas, tiene un secreto guardado, para nuestro aprendizaje si es que estamos atentos… Es difícil decir que aprenderemos desde las fáciles circunstancias, siempre será desde lo que nos conmueve, “nos mueve” o arrincona sin piedad… nos enfurece, nos rebela y al fin de cada situación, queda un interrogante que luego se debe rumiar muy dentro, para encontrar las respuestas… Aun así, es posible que nunca estemos seguros, si nuestro accionar estuvo correcto o incorrecto… pero hay que seguir intentando la búsqueda de la verdad… Somos los eternos buscadores de los por qué… y sin dudas, algún día terminemos encontrando esa verdad a quien se refería el Maestro Jesús: Juan 8:31-32 'entonces' dijo Jesús a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permaneciereis en Mi Palabra, seréis Verdaderamente mis Discípulos; 32 y conoceréis la Verdad, y la Verdad os Hará Libres. Sólo tenemos como instrumentos: la conciencia… en la mente y la fe, dentro del corazón… En esos casos, suelo mirar mi corazón, buscando las más recónditas de mis intenciones… sin piedad, pues la conciencia es nuestro mejor juez… Siempre las respuestas están dentro nuestro, pues las experiencias personales son las válidas… nuestro capital de memoria… Para ello, a intervalos no demasiados lejanos en tiempo espacio, y para no “dormirme”, recordando este pasaje Bíblico… Marcos 14:32-42 Luego fueron a un lugar llamado Getsemaní. Jesús dijo a sus discípulos: —Siéntense aquí, mientras yo voy a orar. 33 Y se llevó a Simón, llamado Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado. 34 Les dijo: —Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos. 35 En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, de ser posible, no le llegara ese momento. 36 En su oración decía: «Abbá, Padre, para ti todo es posible: líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» 37 Luego volvió a donde ellos estaban, y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: —Simón, ¿estás durmiendo? ¿Ni siquiera una hora pudiste mantenerte despierto? 38 Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles. 39 Se fue otra vez, y oró repitiendo las mismas palabras. 40 Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los discípulos, porque sus ojos se les cerraban de sueño. Y no sabían qué contestarle. 41 Volvió por tercera vez, y les dijo: —¿Siguen ustedes durmiendo y descansando? Ya basta, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. 42 Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona… (La figura simbólica de Judas, es el compendio de “egos”, a que estamos expuestos de manera permanente…) … suelo sin haber cerrado mis ojos, hacerme algunas preguntas… 1. Quién eres? 2. Qué buscas? 3. Dónde estás ahora? 4. Por qué? 5. A quién sirves sin traicionarte? Una voz interna contesta: 1. Yo Soy… 2. Busco cada día y a cada instante, estar más consciente que Soy… 3. Inmediatamente miro a mi alrededor, para estar “aquí y ahora”… 4. Tengo un ideal de vida… 5. Sirvo a mi vocación, a lo que amo hacer, que es mi “función”… Entonces, hay una certeza interna de servir a un sistema que puede no ser reconocido a simple vista, pero que a cada momento se vuelve más claro y definido… a medida que se practica… Dormirse es una “densa facultad devenida de los múltiples personajes, que se adueñan paulatinamente de la conciencia…” Cuando ese “sistema” a quien sirve la conciencia se vuelve más claro, es posible que nos demos cuenta por comparación, que en nada se parece al “sistema social” u ordenamientos terrenales a los que estamos acostumbrados a mirar… y en los que estamos “incluidos”, por estar viviendo un espacio tiempo, dentro de un planeta, un país una ciudad, etc, etc… como experiencia… Somos un “nombre eterno”, que no es coincidente con el que portamos socialmente, con una forma, una función… ligado al “designio” o función Universal… (Simón llamado Pedro) Nuestro nombre social, resuelve el “aprendizaje” a que estamos ligados a este “espacio tiempo”, y su función de aprendizaje, vale decir, más bien ligado al destino… Cuando terminamos con el destino o vamos comprendiendo el destino, comprendemos o aprendemos el designio… y viviremos en la Fé o certeza interior, haciendo uso de la conciencia… y esto nos lleva a otros (mundos o sistemas de justa distribución de las cosas, que desconocemos… y que algún día, serán heredad de la tierra…) Vivir la fe, es contagiarla… Vitelmina Ahuir

Osirión Principado del Ka

Crea tu insignia
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis