OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Conclusión final del segundo trabajo (2015)

 



Conclusión Final

Es viable concluir, que la “energía” del toro o “energía” sexual, es un impulso de “dotación” o de “don creativo”, pertenencia de todos los “Individuos” o “seres vivientes”, y que sólo el hombre como raza, tiene la “voluntad” de encaminar, acorde a su razón y sentimiento…

Se pude dirimir, después de la exposición, que el pensamiento es Padre y el sentimiento o corazón es Madre, siendo ellos los consortes primigenios, quienes pueden construir la “realidad” o destino individual, a partir de la “unión” o bodas alquímicas entre ambos; siendo el pensamiento asistido por la razón y el corazón con el digno sentimiento de amor sin condiciones, es decir, sin estructuras pre concebidas o establecidas; y en su total libertad y decisión de y para SER…

Proverbios 23 versículo 7: Porque cuál es su pensamiento en su alma, tal es él. (Alma= sentimiento o estado anímico)

Mateo 6 versículo 21: Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Tesoro: importancia del pensamiento)

Siendo la Ley de Generación, indica o considera “implícitamente” a su complemento, la Regeneración o “sanación”; puesto que la regeneración en todos los ámbitos de la vida, refiere al “ascenso en consciencia” o “consenso” entre las partes, (pensamiento y corazón) con procedencia alquímica depositaria en el cuerpo físico…

Todo pensamiento, ingratamente “desvinculado” del sentimiento, es rechazado por la “consciencia” de pleno derecho:

Apocalipsis 3 versículo 16:

Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Siendo Uno, el pensamiento o mástil de la embarcación, más el Dos, su timón en el corazón, culminan estos, en el Tres de la barcaza, o cuerpo físico…

“Una antigua máxima expresa: “Siente con el cerebro y piensa con el corazón”, como fusión de los consortes, en todas las direcciones, instituidos en el “Principio” de los “Tiempos” u origen humano, y así, en las sucesivas expresiones…

Es razonable incluir en este instante o apuntar, que  toda la estructura bíblica, está ordenada numéricamente, siendo los números representantes de órdenes mentales y valores sensitivos o cualitativos, y en su consecuente “calidad” tangible o manifestada…

Lo es de esta manera en la versión hebrea de los textos antiguos compilados, como idénticamente resulta de la traducción griega, acorde a su “voz” o dicción enunciada linealmente en referencia a lo circular; ordenados “testimonios” desde sus letras y valores, pero igualmente, cabe distinguir, que los mensajes subyacentes, son iguales parámetros “consolidados” en sus expresiones, tanto de una como de otra traducción…

Retornando a la astrología, podemos agregar, que de igual  manera como se “instituye” en la mitología, la descripción a que hacemos referencia, así igualmente, en la mirada hacia el cielo, una de las Pléyades, permanece sin poder divisarse a simple vista; quedando seis a la visión terrena y la Séptima, “velada” a tal “visión” humana, ( Siete: Número kabalístico de Creación,  tal los días creativos bíblicos); lo que implica existe un eslabón de la “creatividad humana”, que debe realizar un “Salto cuántico”, o una “revalorización” en la componenda de sus hechos, saliendo del espejismo creativo “taurino”  o concupiscible…

Tauro es el complemento de Escorpio, y estos dos signos (Opuestos complementarios) constituyen el campo “energético” de fuerzas desencontradas, que conjuntadas, proceden al equilibrio; entre las cuales Hércules lucha: entre el “sexo” por sexo mismo o sólo placer instintivo, donde se puede incurrir hasta en posible “agresión” o “sometimiento bestial o arrebatado del toro”  o el “sexo creativo” y Generativo, regenerativo, en el ámbito del consenso de su Unidad…

El signo de Tauro se conecta con las constelaciones de Orión… las tres estrellas “brillantes” que ajustan su “cintura”…

Símbolo de “sabiduría” aplicada en los tres chacras inferiores en la “figura del héroe”…

Tres estrellas que simbolizan la “unión” en sus tres cuerpos, y supremacía de la “voluntad”…

Tres aspectos divinos de Orión, idénticamente a los Tres Reyes magos del oriente:

1.       Voluntad

2.       Amor

3.       Inteligencia

Tres aspectos que se consolidan por medio de los tres planetas “trascendentes” o lejanos, considerados en la astrología:

1.       Urano (Segundo regente de Acuario)

2.       Neptuno(Segundo regente de Piscis)

3.       Plutón o Hades: (Segundo regente de Escorpio)

Tres estrellas:

1.       Orión: Luz

2.       Erídano: El agua que juzga y rescata: “La siembra es idéntica a la cosecha”; río celestial donde converge el verbo y los transeúntes o almas, vida tras vida, conocen el “Misterio de la Palabra o Verbo”       

3.       Auriga: Conductor del alma

Conceptos éticos y morales:

Lo que se comprende como concepto ético y moral, procede “sólo” dentro del campo físico, no dentro del álmico ni mental, que sólo distinguen una “unidad de comportamiento”, devenido como línea descendente en concordancia con lo ascendente…

Puede expresarse esta unidad en discordancia con la ´”ética o moral organizativa social”; no expresarse en los mismos términos…

La sexualidad es una idea, sentida y luego expresada por cada individuo como creatividad personal…

Podemos agregar, respecto de esta “visión” en que me permito expresar, que “la legalidad” terrena acorde a la “energía sexual” aplicada, luego denominada sexualidad, se encasilla en una “legislación” particular, acomodada a cada sociedad en que cada individuo está inserto o vive; legislación que ha cambiado y cambia en relación a los tiempos e incluso en las diferentes culturas, produciendo gran confusión en el  “hombre como raza” y también separación y luego discordia…

De allí, que se conoce en los diez mandamientos de Moisés, a los “cuatro” primeros como estructura del Ser, y los “seis” restantes, como “de organización anímica y también social”…

Aunque al integrarse, se consustancian en “la unidad del diez o Uno, potenciado por el cero”…

Pero viéndolo desde el aspecto del “mito”, y considerando la “isla” donde se encontraba el toro como separado, nos hace deducir o elucubrar, que lo “bueno o malo” de la cuestión, que luego se transmite como tema “ético o moral” aplicado, enseñado e impartido, en la organización social, no sólo desde la comprensión educacional sino también desde lo religioso, puede ser pasible de tener una falla que se encuentra en el margen mismo,  de la organización social, que vierte una idea separada de la Unidad…

La legislación social surge como paradigma de “ordenamiento” en el plano físico, dentro de la “polis” o conglomerado cosmopolita…

La organización social, “instruye” o “imparte” de una manera, que consolida al pensamiento primigenio de sus “protegidos u ordenados”, y desde el nacimiento,  en un encasillado “concepto de bueno o malo”, y es donde según estos parámetros referidos, se encuentra la “controversia” o maraña a la que hace relación, el “laberinto” de la isla…

Minos el Rey de Creta, no sólo poseía al toro, sino también la “discusión” y el problema “ético moral” de la “confusión”…

La honrosa salida de la isla, con la ayuda del héroe, era “montar”, someter y guiar a tierra firme…

El dominio de la energía sexual, según el consenso “social”, siempre estará referido a “dos” que expresan según el concilio de “partes intervinientes” en un acto creativo…

No olvidando que el consenso está basado en la “confianza de la paridad”, lo que es base sólida dentro del concepto “físico”, y se hará traslativo en “honestidad” de las partes o intervinientes en el acto de creación en lo social; con el consabido “respeto”, “fundamentado” en que son “dos” “iguales e idénticos” en pensamiento, sentimiento y luego acción, en los tres planos…

Los cinco “sentidos” o sensibilidad del cuerpo físico, están “sujetos” a un concepto de “sentido común” que se asocia a la línea ascendente y descendente del arriba con el abajo, al “ojo” del cíclope…

Una “sola mirada” que incluye a dos partes; y he allí donde radica la castidad del Ser…

Pensar, sentir, hacer…

Unidad de Ser…

Como es el Creador con su Creación, generando y regenerando su “propia perfección…”
Vitelmina Ahuir

 


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