Signo de Cáncer
Signo de Cáncer
Así como el fuego se “comprende” a sí mismo, y desde la conexión al desdoble, a partir de la identificación de las funciones que escinde al Soy en diversas máscaras, llega a pulirse a través del ser humano; el ser humano en atención a ese Ser en la lentitud del entendimiento alquímico, es asistido por el aire que lo respalda, en la importancia de relacionar y pensar a tal efecto, luego integrar…
Mientras, la tierra es necesaria como experiencia práctica en cuya modelación o sembradío de potencialidades del Ser a través del ser humano, el agua resultará indispensable, a la hora de evaluar las experiencias, por medio de la sensibilidad…
Con su característica perceptiva, intuitiva y magnética, el agua dejará huellas en los cristales terrenos, siendo servidora interpretativa a la hora de justipreciar, si la cosecha ha sido buena o no… (Sextil con Virgo y trígono con Escorpio y Piscis)
Respecto a Cáncer como energía de comienzo en la rueda evolutiva del zodíaco, resulta en la primera corriente del sentir; pero surge como consecuencia de los procesos evolutivos anteriores, referenciando de ésta manera, a la genética o Árbol de la vida…
Por ello Cáncer remite, tanto a la genética celeste como terrestre…
En cuanto a lo terrestre, es indicativo de estructuras familiares y por lo tanto, a lo aprendido y heredado desde lo cultural en la propia “tribu”; incluso desde los patrones genéticos, la filiación…
Como crónica también de lo acontecido en lo familiar y cual registro de la historia familiar, se dirige un poco más lejos: a lo cultural o inconsciente de la raza humana; energía qué, aunque cardinal o de inicio, hacer referencia al pasado, y por lo tanto a la memoria y su relación al alma…
De lo cual deriva, que el alma es el registro inconsciente de lo perpetuado por la raza humana en su crecimiento evolutivo, al cual se tiene acceso por medio de la intuición y percepción…
Beber en las aguas cancerianas, tiene como objetivo, mirarse en las corrientes internas para esclarecer puntos que no fueron comprendidos, (Ya sea en el pasado inmediato o lejano, inconsciente personal, familiar o colectivo) y por último, observar el reflejo propio dentro de la circulación cristalina, para luego dejarlo transitar; no es posible detenerse en el pasado para siempre, porque el pasado también es siempre en el hoy…
El agua es compañera del tiempo, por lo tanto, registro del pasado que se une al presente y se proyecta hacia el futuro…
El agua es la emoción o sentimiento con que regaremos las experiencias diarias; y en cada una de ellas, existe una resonancia del pasado, correlativa con el cuidado y regado de la nueva cosecha; por lo tanto, de esta manera el pasado resulta “siempre” conectado en concurrencia al futuro, por medio del presente…
El agua une las distancias que propone la estructura del tiempo…
Ella lo hace sobre y desde las profundidades de la tierra, sus elevaciones y huecos, sus luces y oscuridades internas y externas; con su frialdad y calidez, producto de la exposición a los factores ambientales…
Estas resultantes pueden derivar en derrames, turbulencias, invasiones terrenas, arrasamientos, devastaciones, y también sequías…
El aire en cambio, como factor dinámico también, actúa sobre y entre las alturas, con una eficiencia distinta; a la sazón, ambos partícipes de resultados similares…
Los frutos de la experiencias pasadas son puntos de anclaje emergentes o referencia de los cultivos ancestrales, por lo tanto, puntos de referencias importantes en la confianza que poseemos para volver a cultivar…
Para ello, importante es la selección de la semilla y el terreno donde se volverá a esparcir la simiente…
Los cultivos no resultan lejos de las aguas, ni tampoco de las semillas primigenias que formaron árboles, por lo tanto, la nobleza del auto engaño o “anamnesis” después de cada práctica existencial, es el bello reflejo de la desconfianza que sentimos por el futuro y el miedo de volver a repetir los mismos frutos en el espacio terreno, vale decir, las mismas historias…
Esos sembradíos que originaron cultivos similares, y repetición de crónicas; remisa contundencia de las aguas turbias o estancadas de escorpio…
El olvido y la pérdida de memoria sobre los acontecimientos lejanos, nos predisponen a volver a sembrar, una vez más, moviéndonos en las estructuras del tiempo, que insistiendo en los escalones evolutivos de la esperanza en tiempos espacios limitantes, nos alejan de la fe…
La fe, fuente verdadera de la imaginación como base de la inspiración, es también de excitante bruma; ésta bruma de “evasión”, tal el canto de las sirenas en el mito de Hércules, puede adormecernos ante la realidad de espacios tiempos cíclicos, sumergiéndonos idénticamente en la breve inconstancia de la fantasía…
Irónica fantasía de pensar que es realidad lo que vivimos a diario; y que cada función que representamos en ésta minúscula porción espacio tiempo, es lo que somos y cuánto tenemos que esperar de la “vida”…
La fe seguirá siendo esa estructura celeste, que llenando las fuentes y cuencos terrenos, darán al ser humano la posibilidad de encontrarse con un núcleo más importante, que es la reunión con el punto origen de ambos mundos…
La energía canceriana surte los ríos ancestrales del líquido álmico; ella va descendiendo desde las “celestes aguas”, nutriendo los “modos” o “modelos” (Arquetipos universales) como sintonía de tono; ésta armonía celeste hará eclosionar las semillas o pensamientos “formas”, en cada individuo, como también la imaginación, intuición y percepción, del cómo, dónde y cuándo…
Surge de esta visión, la alegoría canceriana o del cangrejo, cuya forma circular nos remite al todo, pero ejercido con pinzas…
Dicha simbología igualmente, nos lleva pronto a imaginar, a la defensa humana propia, que se esgrime en cerrarse en sí mismo, acorde a mareas altas o bajas; mareas relacionadas con los miedos y desconfianza que genera el entorno donde nos hayamos insertos o medio ambiente…
Lo circular remite a la esfera: el volver y rever los conflictos en que el humano se siente sumido, hasta encontrar la “escalera” o dibujo circular en forma de espiral, que poseen la mayoría de los animalitos quitinosos que habitan el mar, inscriptos en el dorso de sus caparazones, remitiendo a un punto de origen…
Ésta escalera, como camino a la liberación tras una larga historia de sufrimiento, penurias y sacrificio, que ofrece la prisión terrena, y su renovación permanente…
La dualidad derivada del “origen de la vida” representada por las figuras embrionarias o de esperma en sentido contrario, supone la diferencia en la carga energética de dichas partes, que admite al término de la existencia, el reencuentro en lo circular o esférico del Todo…
Para sintetizar diremos entonces, que el elemento agua nos remite a la imaginación que plasma y nutre por medio de la inspiración, valiéndose de la una base memorial en que concurre la dualidad desde cuenco primigenio, por lo tanto, en incitación a la fe…
Su regente es la luna y como tal indicio de resguardo en la noche del inconsciente, o noche oscura del alma, nos invita al cobijo del nido permanente, en aquella promesa ínsita de regreso a la Luz del Uno, que nos espera en la paciente “constancia” del desarrollo paulatino humano, que implica “remar” aguas arriba…
Características:
La energía canceriana es emocional, sensible, receptiva, imaginativa, bondadosa, reservada, hogareña, tenaz, sagaz, fiel a su intuición y percepción, sensitiva, creativa, vulnerable, impresionable, cálida, romántica, ensoñadora, protectora, tendiente a cuidar, otorgar cobijo, amparar, y muy atenta a las necesidades familiares, por tal motivo, nutricia…
Rasgos negativos:
Energía que tenderá a ser tímida, inestable, inquieta, susceptible, celosa, caprichosa, contradictoria, desconfiada, ermitaña, perezosa, fantasiosa y de hipersensibilidad…
Anatomía:
Rige la genética, el ADN, los procesos embrionarios, las características físicas o anímicas parecidas de los sujetos familiares; el sistema linfático, esófago, estómago, pleura, meninges, cavidad ocular, párpados, cavidad abdominal, cavidad torácica, cavidades cardíacas, cavidad craneal, líquido sinovial, controla el nivel acuoso del organismo todo; mamas, útero, glándulas mamarias, vagina como cavidad, vejiga como continente…
Enfermedades:
Obesidad, úlceras gástricas, inapetencia, bulimia, acidez, retención de líquidos, edemas, gastritis, meningitis, depresión, somnolencia, problemas menstruales, hidropesía, inflamaciones glandulares, infertilidad, trastornos mentales, trastornos emocionales, alergias, el desequilibrio endócrino, el exceso de secreciones; también controles de embarazo y sus procesos en general asociados con la maternidad, y el parto, puerperio, fiebre puerperal, cesáreas, fórceps, etc…
Luna como regente:
El símbolo que se utiliza para designarla, es la luna misma en su cuarto creciente, referenciando al alma en su etapa evolutiva; la que llegando a la conjunción o el máximo término de expresión menguante, ha finalizado su tarea, y retorna para volcar en la esencia o sol, todo el transcurrir de sus experiencias o aprendizaje sensitivo…
Siendo la luminaria que más rápido concurre al punto de inicio (Cada 28 días), rige las mareas terrestres; e incluso dirige el modo, el valor, y la cualidad de cada sembradío; marcando esencialmente: los ciclos, y dentro de lo cíclico, la repetición de todos ellos idénticamente, como una gran envoltura, que cobija a la tierra dentro de la patria celeste…
En una carta natal personal, simboliza a la madre, el amor maternal, el instinto, la capacidad de dar, receptar, intuir; el instinto protector, pasividad, creatividad hogareña, memoria, intuición, fecundidad, productividad, inclinaciones humanitarias, simpatía, empatía, popularidad, afectos familiares, el descanso…
En sus rasgos negativos, introversión, irritabilidad, fastidio, frivolidad, morosidad, vacilación, inestabilidad anímica, a la pereza y por tal motivo al descanso en exceso…
En la carta de un país, simbolizará al pueblo o nación como clan, su función humanitaria, los movimientos femeninos, especialmente de madres, maestros y servicios humanitarios en general; la nutrición, las cosechas, el grado de cobijo que recibe por parte de sus representantes, tradiciones, costumbres, la conservación, los bienes raíces e inmobiliarios, las pertenencias tribales; la vida pública, los puestos públicos; los emblemas; la luna es símbolo por excelencia de: patria…
Sus ríos, la limpidez de los mismos, las características acuosas en todo sentido, y la fertilidad del suelo…
Relacionada la energía lunar con lo sagrado de cada tribu, se la asocia a lo totémico en su base, al sentimiento de enraizamiento; al afincamiento del ser humano al plano físico, por lo tanto es una energía fundacional y de fundamento… base de inicio…principio de “forma”…
Relacionada al “misterio” y a “lo desconocido” en la antigüedad y mitológicamente hablando, se la consideró como multifacética, Hécate: la bruja; pero también con Artemisa, hermana de helios, quien viaja por el cielo en un carro de plata adornado de perlas, en el mismo andarivel de su hermano…
Representada por una mujer joven y bella, su carruaje era tirado por dos caballos, símbolo de sempiterna dualidad e inestabilidad… de diferencia en aspectos o caras…
Conocida igualmente como Selene o Diana, diosas de la fertilidad y fecundidad; en algunos aspectos también, como Ceres la madre de Perséfone o Proserpina, raptada por el Hades…
Como Hécate la luna rige a las brujas y parte oscura de las mismas al igual que Lilith, la primera esposa de Adán…
Las brujas como tal la descripción de Hécate creían de sí mismas, tener el poder realizar actos benéficos o maléficos, bajo la protección de ciertos númenes conocidos o desconocidos, a los que rendían homenajes y rituales…
Estas características les validaron en la Edad Media, la persecución y muerte a muchas personas de características diferentes o intuitivas, perceptivas, por medio de ignorantes afincados en el poder, tanto político como religioso…
El respaldo para tal acto era que en teoría, ésta gente realizaba actos maléficos y adoraba la oscuridad y oscurantismo…
El tema era que, los rituales de finalización de siembra, cosecha y sus celebraciones en general, acontecían desde la caída del sol y antes del amanecer, en el reinado pleno de la dama nocturna: la luna…
En teoría seducidas estas brujas por ilusiones, fantasmas y demonios, se las representa montadas en ciertas bestias, apareciéndose a magos y videntes en forma de yegua, perra o loba, etc. atormentando a los humanos, mientras recorren al mundo por las noches, con una inmensa jauría, tanto Hécate como su séquito de discípulas y advenedizas…
Regente de las plantas venenosas, las encrucijadas, referencia a las cuadraturas o crisis dentro del zodíaco y los cuartos crecientes y menguantes, de todo ciclo, tal como Isis madre de Horus en Egipto…
Símbolo también de la autoprotección, estructura emocional y autodefensa, la energía lunar se manifiesta de manera inconsciente, automática e incluso en relación a los hábitos…
Se muestra incluso, con característica melancólica, nostálgica, y referencia la intimidad, la confianza…
En el contexto zodiacal, la interrelación con el resto de planetas y cúspides de casas o signos, nos dirá si esta compleja y misteriosa luminaria, se encuentra cómoda o afligida teniendo en cuenta también a los elementos donde se ella radique…
Debido a que su revolución es coincidente con su rotación, siempre mostrará la misma faceta a la tierra…
Como simbología, esta particularidad nos indica, que ésta energía será la que se debe “trascender”, para llegar a la esencia o Conciencia de Ser…
Como segundo camino del Árbol de la Vida, entre el Malkut: “el reino” y el Yesod: “forma y fundamento”, “asocia” a la idea de la custodia permanente de un Guía Superior o Ángel Guardián, que fue “creado” al momento mismo del hombre; por lo tanto…
Cada ser humano tiene un “Ángel” que lo acompaña, protege e intuye en cada momento de la existencia; cuando duerme, le susurra al oído las lecciones permanentes del alma para bien aplicarlas; y es quien lo acompañará y guiará incluso, al momento del eterno descanso, ante la guarda del Creador…
Este Ángel Guardián, también tiene una característica acorde a quien representa en lo terreno, y es el registro álmico de quien detenta un porte físico en el plano tridimensional, aunque su energía es multidimensional…
La conexión directa con los planos superiores…
Vitelmina Ahuir
