OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Ciclos



Ciclos o cuadrantes de la esfera…

El Gran Espíritu esencial, nos dio una pista para poder encontrarnos con nuestro Ser…

Los ojos del otro… en los cuales me miro, me contemplo,  me sorprendo, me admiro y me amo…

No puedo amarme, sino amo al otro… como dos pares de ojos, que pertenecen al mismo rostro… realizan una sola visión, desde dos ángulos diferentes…

Será por ello que los colocó en el pináculo de la siembra inteligente? Y me refiero al sexto chacra o Ajna…

El comandante interno (sentado en el asiento de piloto: silla turca del esfenoides, a la altura del tercer ojo, donde el etmoides se cruza con el esfenoides) que recepta y unifica la “experiencia” de ambas polaridades, registradas por los “comandos”…  la mirada y la contemplación…

Ambas direcciones…

Este comandante o pituitaria, conecta como en una nave espacial, la irrealidad tangible con la realidad inteligible…

Podemos inferir que las ciencias y entre ellas la astrología, nació como un estudio del tiempo y sus coordenadas o ciclos, para entender el no tiempo o  la totalidad del Ser…

A los fines de comprender, hacemos esta partición, no olvidando que todo es un continuum  integrado y que del buen accionar en cada uno de ellos, será el desarrollo del próximo… y sucesivamente…

Al momento de trazar una carta natal, la cruz cardinal establecida por ascendente y descendente, interpretada como el aquí que piso o  lugar de nacimiento… horizonte… e interceptada por la línea del ahora: esto es, Zenit o medio cielo y Nadir o Imun Coelli… fondo del cielo…

Ante esta mirada de partición, diríamos primaria de la carta, apreciamos las energías planetarias diseminadas o desperdigadas en el contexto de la carta o radix…

La interpretación primera, será mirar si los planetas, maestros, arquetipos o energías, trabajan en diurno o nocturno…

Continuando… si es ejercicio personal o social… y para terminar, plantearemos las energías inexorables de las estrellas fijas, donde el libre albedrío concluye con el planteamiento directo del examen de aprendizaje o evaluación final, antes de salir de la “cruz” o cruce o encarnación como quieran llamarle…

Así, si observamos los planetas en el primer cuadrante… de ascendente a Nadir o Imun Coelli, la energía será invernal o de semilla y aquilatamiento de las fuerzas planetarias incluidas en el ese lapso…

Como en la etapa invernal y tal cual se observa en la “irrealidad tangible”, será apropiado ingresar esa energía en el Ser esencial o aprendizaje del Ser mismo, a través de la experiencia física…

Tal una semilla guardada en la tierra, será imperioso cuidarla, ya que sus potencialidades se integran dentro de sí misma para “saltar” a una nueva etapa del “destino”  o experiencia,  con interpretación del propio desarrollo personal… diríamos es un trabajo subjetivo o mirada netamente interna…

Si observamos las fuerzas planetarias o puntos arábigos matemáticos, el cruce del nadir, nos ingresa al poderío “telúrico” de la primavera… segundo cuadrante

Todo el trabajo interno o subjetivo, debe convertirse en acción externa, para dar a luz los primigenios retoños en la experiencia física… manifestación de nuestra vida arquetípica hacia niveles sociales primarios, vale decir familiares….

Aquí la pulsión es desarrollar las capacidades y sus aplicaciones…

El tercer cuarto, procede cuando las energías se trasladan sobre el descendente, es la etapa veraniega…

Es momento de utilizar o emplear las herramientas en el campo netamente social, comenzando con un “alguien” especial, que es el otro o pareja, complemento almico o pares…

Se pondrá en juego la capacidad o grado de maduración de las capacidades desarrolladas en el cuadrante anterior…

Momento de dar frutos… y “funcionar” en el sistema corporativo de energías…

El cuarto cuadrante u otoñal, establecido por el cruce del zenit, y repito, comparado con el otoño, nos mostrará el reconocimiento público o social…

¿Será buena la cosecha? Fue participativa, meritoria de toda o todas las vidas?

El sistema Esencial, verifica el accionar, juzgando o  valorando la actuación…

El “juicio” final se acerca… y este no es externo, sino dentro del corazón de cada cual, recinto del alma… en amorosa asistencia angélica, quienes nos guían a realizar el examen interno…

En la espiral evolutiva, la única oscuridad es encontrarse con las falencias propias…

Es la etapa de la influencia en todos los seres incluidos en la “irrealidad” del sistema externo…

Las acciones externas y sus resultados, nos revelarán “triunfos y fracasos” que estarán marcados, como “final”, por el ascendente… o momento del pesaje del corazón o alma, en el “juicio de Osiris”…

Las energías sistémicas no preguntarán cuanto tienes, sino cuanto hiciste y cuanto amaste… Preguntarán cuanto diste… cómo ejercitaste tus valores… o comulgaste con la verdad de la esencia…

Dar, no es sinónimo de “tener”… sino de Ser…
Vitelmina Ahuir

 

 

 


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