REFLEXIÓN ...1...
Reflexión
Facilitando todas las ciencias que abordo, de la mejor forma que siento, pienso, y ejército, después de tantos años, tal como todos los facilitadores, veo comenzamos a observar los detalles ínfimos, los que casi son imperceptibles, y así, es hasta posible que se nos pasen los más grandes, puesto que el árbol no nos deja ver el bosque…
Entonces entendemos, que con una responsabilidad mayor, hay que limpiar el huerto de malas semillas, a diario…
A los sesenta y tantos, los trabajadores, laboramos con lo hereditario esencialmente, es decir el árbol genealógico, que sin dudas se encuentra en el medio del jardín y es el que menos debemos descuidar, puesto que allí, radica la vida, el alfa y el omega; siendo el primero principio del futuro, transitando en un mismo tiempo, que denominamos, no tiempo, o tiempo sincrónico…
Se comprende, que cada cuestión no resuelta de los antepasados, nos toca, resolver, además de zanjar las propias misiones o cuestiones personales…
El trabajo es para todo el mundo, pero cuando comenzamos a tomar conciencia, de las sincronías, nos preguntamos muy a menudo, si dentro de tanto detalle, no nos hemos vuelto paranoicos…
Estimo que no…
En la representación del árbol de la vida como triada, existen tres columnas: las del templo o dualidad, y la más importante:
1. Columna del rigor
2. Columna de la misericordia
3. El camino de la justicia o justa distribución de las cosas, conocido en la kabalah, como el camino del tejado…
Siendo el camino de la navaja o tejado, un trabajo de equilibrista; resbalar para una columna u otra, significa, estar fuera el pesaje (“Pesaj”) y por lo tanto, ser factible e la balanza de la Justicia, que diferente a la social, es imposible de sobornar, o corromper, en ningún sentido…
Si se transita el camino de la Misericordia, por demasiado tiempo, tarde o temprano, nos encontraremos “sacrificados”… por demasiada bondad, si por el contrario, si transitamos el del Rigor, el sacrificio, igualmente, vendrá por Ley del Talión, pues nos habremos estructurado en el riguroso extremo de la incomprensión, convirtiéndonos en jueces de la censura, cuestión que no nos atañe… lo que inmortalmente implica por Ley de causa y efecto, setenta veces siete… (Con la misma vara que mides, serás medido)
Ese pequeño detalle, nos hace buscar siempre la aguja en el pajar…
Es cuando en astrología, diferenciamos el trabajo de Mercurio o Hermes… al que nos referiremos en otro escrito…
Habiendo hecho esta introducción, reuniré los conceptos para reflexionar…
Vitelmina Ahuir
