Quinto camino (2015)
Quinto Camino
Ejercicio de la vocación en sentido religioso
Este sendero, invita a resaltar en el hombre, un sentimiento o el propio sentido religioso; el, que forjará o resurgirá en cada uno de los individuos, como su propia pasión, convirtiéndose por medio de la práctica y en segunda instancia: en devoción.
Más, al identificarse con esta pasión, devoción, manará desde y dentro de sí mismo, un caudal interno que lo irá desbordando, instándolo a la compasión, que es la surgente de su propia fuente de la vida, y que se manifiesta en la existencia. Fuente que lo “inspira”, irriga, sostiene, alimenta, siendo la fuente de “eterna juventud”, acarreando como consecuencia, el nacimiento del servicio o llamado de “Dios” o propia Esencia.
Este servicio, tanto desde lo humanitario, como en cualquiera de las rama que se pretenda estar “identificado o en identidad”, es la pretensión desde lo esencial o impulso eléctrico del Ser, al cuidado de todas y cada una de las partes Universales, y que se presentan ante su propio imperio.
Sentimiento caudal de manera desinteresada o desprendida, otorgando de este modo al individuo como eterno retorno, el galardón de plenitud, que es la máxima felicidad de Ser y servir al mismo tiempo… entendiendo su “misión de vida” y el objeto función de estar en este espacio tiempo…
Esta misión de vida en la existencia, es la expresión del Ser “individual e indiviso” como parte de la Seidad o Dios…
Al llamarlo parte “indivisa”, nos referimos a la ejecución con “firmeza” de quien verdaderamente se Es, desde el Principio de los Tiempos: un Principio “Voluntario y Voluntarioso”, dentro de la Eternidad del Uno…
Entendiendo que su labor, cuando mejor desplegada, entendida y elaborada, será el plato principal que servirá como anfitrión, en la gran fiesta, donde todos los hermanos están invitados, no sólo los de su propia raza sino de otras tantas criaturas, que por heredad están bajo su señorío, por simplemente ser, el hermano mayor y de máxima inteligencia que pisa la faz de la tierra…
Ser el rey o la autoridad de la Creación, lo sitúa en el escalón inferior frente a ella, puesto que a mayor altura, mayor compromiso…
Desde esta comprensión, vale la forma piramidal o superior de mirar en relación a pautas jerárquicas, ya que estas pautas escalonadas, tienen su justificación más justipreciación, en la concepción de andariveles evolutivos de mayor envergadura; y ejercer una jefatura justa y equilibrada, es tener en cuenta que, los que no están dentro de este margen inteligente descripto, subyacen a merced de su cuidado; lo que deberá hacer, tal cuida a su progenie al llegar a este mundo; entendiendo al niño desde sus inicios, u origen, como al más desvalido de todos los retoños frente a la naturaleza, ya que nace sin defensa propia de ninguna especie…
Por lo que, ostentar, alardear, o desequilibrar el sistema natural, le traerá como consecuencia, disminución de “fuerzas” a la hora de la formación o fundamento de su propio estamento; consolidado estructural dentro de la forma, tal recíproca respuesta natural desde las jerarquías naturales de su cuerpo físico; una imposibilidad de conectarse con el arquetipo interno, o modelo maqueta de la expresión del Ser en la existencia, puesto que la balanza interna y externa, desde la visión a la intención, quedará suspendida frente a la posibilidad de utilizar la reflexión, perdiendo la fuerzas de sus poderes…
Por lo tanto, el quinto camino, es el sendero de comprensión, que se está en servicio de quienes cuentan con sólo una inteligencia instintiva, parcial y menos comprometida, más, con la responsabilidad real de cuidado, y que representan y son, a quienes la raza humana, debe honrar: la Creación entera…
Esta comprensión, hará nacer en cada uno de los individuos, un sentido ético, conectado al sentido estético del cuidado de la belleza o el amor, como antes habíamos descripto…
Amar la naturaleza fuera de sí mismo, es amar la propia naturaleza; cuidarla es cuidarse a sí mismo…
No puede el hombre como raza inteligente, plegar la maravillosa vestimenta de una flor, ni mucho menos, emplumar las alas de las aves que surcan el azul cielo que lo cobija; es la creación la reina absoluta y majestad, la que amorosamente a diario nos mantiene, cobija y ampara…
Vocación:
Se entiende al sentido de vocación, como el despliegue del don o talento recibido por la Superior Emanación, resultando para y por su práctica, el desarrollo de la plenitud de su Ser o Esencia; inspiración dentro de la existencia, desde conexión existente entre la personalidad y la esencia o ser, y que se que instala en la cúspide de la pendiente piramidal de desarrollo, como sentimiento real fidedigno y verdadero, desde cuya cúspide, engloba a los más desvalidos y de menores fuerzas, comprendiendo, que lo que se realiza o hace, será y es beneficioso para toda la raza, los sistemas, y la inclusión de la Totalidad en equilibrio y armonía…
Esta vocación se convertirá a través del ejercicio propio o práctica, en profesión (Profesar, del latín professio: acción o ejercicio de su ciencia, a través de la belleza de su arte, o don natural, o idoneidad)
Este despliegue al que me refiero, bien podríamos graficarlo con el batir de las alas, de aquellos Ángeles, que devenidos del Edén, llegamos a este plano tridimensional, portando la magnífica llama de la luz, que comprende la responsabilidad del cuidar globalmente, tan bello paraíso…
Desde el Yesod (Luna) forma y Fundamento, el quinto camino nos sitúa en la elaboración de este concepto religioso…
Entonces, entiéndase como religioso: al religar con nuestro Ser o Esencia que “inspira” y “revela”, parte fractal de la Totalidad, en su despliegue, que no comprende para nada el sostenimiento a un sometimiento dogmático…
El sentido dogmático parcializa.
Las presentes expresiones pretenden o tienen como objetivo, llevar al lector a la comprensión o aprendizaje del Ser; desde la parcial descripción, como tránsito del camino hacia la totalidad…
Vale aclarar que, cuando nos referimos a dogmatismo, señalamos la sutil diferencia que existe entre el esclarecimiento a partir del libre pensamiento, libre albedrío, exponiendo, extendiendo o facilitando solamente este conocimiento al lector como medio, parámetro y punto que lo lleven a dudar y discernir por sí mismo...
No aceptando como totalidad a doctrinas particulares, que exigen de quien se encasilla o enlista, un pensamiento único y lineal, a partir de una sola faceta, de una sola creencia o voz; parcialidad que lo lleven a renunciar así, a la libre expresión de su propio Ser…
Doctrinas parciales que puedan cercenar la libertad de pensamiento, o terminar sometiéndolo con su aleccionamiento, a un adoctrinamiento, que exigirá la total confianza, más luego de cautivar la ingenuidad del individuo, frente a la realidad de la vida, sirva como vía de apoyo total, al servicio sumiso de una autoridad que puede llegar a ser demagógica, y cercenadora de la reflexión, desde la anulación de la constructiva práctica de la crítica individual…
La religiosidad resalta la voluntad, el conocimiento y la conciencia, a la vez que enciende la llama de la luz de la sabiduría, intuición, e impulsa la evolución...
En la tierra equilibra la sociedad toda con los buenos sentimientos...
Conduce de la forma a la fuerza y viceversa. (Yesod a Netzsah)
Nos indica la naturaleza tras buscar el equilibrio de los opuestos y tiene por objeto enseñar los procedimientos...
También indica su importancia para equilibrar los opuestos, desmenuzar la naturaleza, siendo totalmente dinámica y una herramienta de la evolución.
Pretende la comprensión de las leyes naturales y permite que la ciencia construya y no destruya la naturaleza…
La fe sin ciencia es un fanatismo, la ciencia sin fe es una duda permanente, también una crueldad…
La fe sirve para fijar las hipótesis y la ciencia para encontrar, hallar, y utilizar las Leyes de la Naturaleza en servicio de todas sus partes...
Y para finalizar diremos: Todo ser que equilibra los opuestos, se reclina en una oración profunda y constante frente a la naturaleza, y obtiene la claridad de los arquetipos, que lo proyectan en tiempo espacio, hacia un futuro venturoso…
Vitelmina Ahuir
