OSIRION PRINCIPADO DEL KA

El cubo Mágico (44)


El cubo mágico…

(cuento)

Con la cercanía de la festividad del día de reyes, la pequeña Asalah, limpió y lustró sus gastados zapatitos para colocarlos en la ventana… en espera de sus regalos...

Había trabajado arduamente,  todo el bendito año, y con alegría de la visión de su buen comportamiento, así esperó…

Las estrellas iban cayendo en el poniente, dando paso a la luz del sol de la mañana de aquel inolvidable, seis de enero…

Se sentó en la cama, refregó sus ojitos y prestamente, corrió hacia la ventana… en busca de los obsequios…

Su sorpresa fue enorme, al ver sobre sus diminutos zapatos, un cubo de madera, herméticamente cerrado…

Su madera era pulida y lustrada… de fino cedro y olía a perfume de magnolias…

Buscó la manera de abrirlo, dándolo vueltas, por aquí, por allá, pero éste,  no tenía  cerraduras, engarces de ningún tipo,  ni tampoco, tapas…

Lo batió, para adivinar lo que pudiese contener, pero nada se escuchaba dentro…

Acariciaba con curiosidad… tal vez, funcionara como la lámpara de Aladino… frotó y frotó… y aun así, este no se abrió…

Pasaron los días y su curiosidad iba en aumento…

Pensó sería un taburete para alcanzar cosas de los muebles altos,  como una escalera… y  se subió sobre él… sintiéndose más grande… pero el cubo no se abrió…

Tal vez serviría para sentarse… era firme, sí… pero se apreciaba duro y poco cómodo…

 

Tal vez serviría como sombrero, se dijo… pero el cubo caía de su cabeza… sin punto de apoyo fijo…

Cada noche, durante siete días, lo acostó a su lado, reflexionando sin parar, para qué serviría aquel extraño adminículo…

Hasta que un día decidió, que no era útil para nada y que tal vez, los reyes, definitivamente se habían equivocado, y volviendo a lustrar sus zapatitos, lo colocó de manera tal, que los estimados soberanos, volvieran por él… sin duda había sido una confusión…

Ante su sorpresa, al día siguiente el cubo, aún seguía allí…

Se había convertido en un nudo, de curiosidad, que le apartaba de los quehaceres diarios y atrapaba su mente, todo el tiempo… hasta en ocasiones, provocándole angustia…

Así fue, que decidió guardarlo y olvidar el asunto… tal vez, con un poquito de decepción…

Así pasaron los años, y fue olvidando al dichoso cubo, en el rincón de algún mueble… de su cuarto…

Pero había algo en el objeto, que cuando estaba triste,  la llamaba con algún halo mágico de consuelo… que no podía explicarse…

Cierta noche, tratando de conciliar el sueño, vio que una extraña luz, se desprendía del objeto…

Se levantó con cuidado y lo volvió a tomar en sus manos… una vez más…

Aquilató  su peso, pensó en las medidas de sus lados… en su consistencia… pero seguía sin encontrar el acertijo…

Algo había cambiado… ahora, éste resplandecía…

Decidió volver a la cama, ya cansada de tanto misterio… pero quiso su suerte, que sus pies se enredaran en la alfombra de su cuarto y ¡saz!, cayó estrepitosamente al suelo, golpeándose duramente contra el piso… entonces el cubo rodó contar la pared del cuarto…

Grande fue su sorpresa, al ver que la pared ofrecía la abertura de un haz de luz, como una puerta…

Una angosta escalera en círculos, se veía deslizar hacia los confines profundos de algo, que parecía, tal vez un sótano…

Tenía miedo, y frío… el corazón acelerado y el pánico la hacía tener escalofríos amargos… pero la curiosidad pudo más, y con todo cuidado bajó sigilosamente por ella…

Nunca se dio cuenta, que el cubo la seguía flotando en el aire, a corta distancia tras su espalda…

A final del  pasadizo, la luz se hacía cada vez, más fuerte…

 

Sentado y proyectando su figura contra la pared del recinto, se encontraba un viejo gnomo…

Tenía la mirada inquisitiva y punzante, como si traspasase los pensamientos de la muchacha…

Era feo, y el sólo mirarlo, ponía la piel de mil gallinas…

Era lo más feo, que sin duda, había visto en su corta vida… la imagen misma, de todos los horribles miedos que existían…

Con sonrisa socarrona, y con voz gruesa de trueno, el pequeño duende pregunto:

_ ¿A qué has venido?...

La muchacha turbada y temblando, pensó un instante… luego le mostró el cubo, que misteriosamente estaba en sus manos… el que depositó tímidamente en un banco destartalado, instalado en el recinto…

_No sé en realidad, pero hace años que quiero devolver este cubo, ya que  no me pertenece_ Contestó…

_Sin duda fue un equívoco de los Reyes magos_ Afirmó…

La piel del gnomo se translució en una enorme sonrisa… y éste, con un tronar de sus largos dedos, deformados, encendió la luz en una escalera hacia arriba, de la cual no se veía el fin…

Sólo siete escalones, estaban iluminados… Terminando en una nebulosa gris plomo, que constreñía el corazón de cualquier humilde ser humano…

Era como caminar a tientas hacia una tormenta tenebrosa, con sus rayos, centellas y mil temores, se apoderaron de su corazón…

_Pues ya lo hiciste_ Puedes volver por donde viniste,  dijo el duende…

_Pero, en pago a tu gestión, te debo un deseo…_ ¡Sólo uno, y no debes abusar!_  Farfulló el maligno ser…

La muchacha pensó y pensó, pero nada se le ocurría en ese instante...

Las esperanzas y la fe, en la magia, hacía años, la había dejado atrás junto con la misma infancia… donde también el cubo, había sido olvidado…

Pero en un rasgo de impulsividad, dijo casi sin pensar:

_ ¡Quiero ser feliz!

_ ¿Ser feliz? Preguntó el gnomo…

_ ¿A quién se le ocurre tamaña estupidez? Afirmó enojado…

 

_Pide castillos, ropas, lujo_  le dijo…_ sin dudas, eres una mujer tonta y estúpida… masculló entre dientes…

Pero el primer peldaño se iluminó…

_ ¿Cómo?_ Preguntó el gnomo… ¿Qué es ser feliz para ti, tonta e inepta mujer?

La muchacha recordó su infancia, recordó los niños tristes de la comarca de dónde provenía y pensó…

_Quiero pintar la sonrisa en todos los niños de mi pueblo_ Dijo… con total seguridad…

Sin saber de qué manera, se encontraba en el primer escalón y con un gran pincel en sus manos… como una varita mágica…

También allí estaban todos los niños, jugando, sin ninguna sonrisa… y uno a uno, con su pincel, les fue dibujando la alegría, hasta que el pincel, se hubo gastado…

Una gran risotada del gnomo, la sobresaltó…

_ ¡Satisfecha! ¡Estás gastando tontamente tu deseo! _ Dijo, el verde y cruel hombrecito…

_ Pide para ti_ Casi le gritó… pero venciendo el enojo… entre dientes, agregó…

_ ¿Quieres continuar?  ¿De qué manera?

Asalah lo miró ya sin tanto miedo… y recordó humildemente…

_Sólo me dijiste un deseo_ Afirmó tímida la muchacha…

_ ¡Eres estúpida niña! Me tienes harto y atrapado, y ni siquiera sé cómo lo hiciste… sigue, sigue_  y maldijo su suerte…

La muchacha pensó y pensó…

_Ellos no tienen abrigo ni casas_ Respondió la muchacha…

Sin saber cómo, estaba en el segundo escalón…

Allí los niños corrían a sus respectivos hogares a comer y dormir abrigados…  cobijados por madres felices… y ella se sintió feliz…

El tercer escalón se iluminó…

El hombrecito preguntó_ ¿Y ahora? ¿Qué se te ocurre caprichosa muchacha?... Rugiendo muy, pero muy molesto...

 

Quiero saber cuántos niños existen y cuanto yo podría hacer por ellos_ Contestó la muchacha…

_ ¡Eres una mal agradecida y arrogante niña! Vomitó, más que dijo, el singular personaje…

_Mal agradecida, sí, lo eres, mal agradecida y vanidosa…

Asalah, se asustó un poco…

¿Lo sería? _ se preguntó a sí misma… Y las lágrimas rodaron por sus lozanas mejillas…

Todos los países y comarcas aparecieron frente a su vista… sin duda, había mucho por hacer, se dijo… y sin entenderlo, se iluminó el cuarto escalón…

_ ¿Y Ahora qué? Masticó el cansado hombrecito…

_ Deseo saber cómo llegar a ellos, se apresuró a decir, antes que el sorprendido gnomo, pudiese volver a abrir su bocaza…

Una enorme brújula, apareció en las manos de la muchacha, entendiendo todas las direcciones… y pisando fuertemente sobre el cuarto ciclo…

_Las direcciones son importantes… sin dirección no se va a ningún lado_ Se dijo…

El quinto escalón, a esta hora…  resplandecía…

-          ¿Y ahora qué…? ¿Cuál es tu soberano antojo?_ prácticamente, vociferó el gnomo…

_ No me gustaría estar sola contigo_ Contestó_ Deseo que alguien me ayude a buscar a esos niños y también pintarles su sonrisa_ contestó…

-No me gusta estar sola mirándote, me produces sensaciones horribles_ Dijo la muchacha…

El cubo voló desde el roto asiento en que lo hubo puesto al llegar, y se instaló cómodamente en sus manos… hasta parecía que latía… pero aún no podía entenderlo… no le servía… ¿Sería esa su compañía?

-Valiente compañía_ Se dijo_ Nunca entendí para qué sirve… pero no se amilanó…

El sexto escalón se iluminó…

¡Ya me tienes hasta el copete! Tú y tus ignominiosas ideas_ Gritó el gnomo_  ¡Aún no te conformas! Y estaba, realmente enojado...

Deseo devolverlo a sus dueños, replicó la muchacha…

Molesto el gnomo, encendió el séptimo escalón…

 

En él, un bello muchacho, golpeaba a las puertas finales del séptimo ciclo…

Las nubes había desaparecido, y la luz era increíble…

Ruhi, que así era el nombre del joven… portaba una gran llave… dorada, y pesada…

La muchacha ya no podía escuchar lo que el gnomo vociferaba al principio de la escalera… retorciéndose de rabia…

Rugía estrepitosamente, y maldecía… con oscuras palabrotas…

La muchacha miró al joven y en ese instante las puertas misteriosas se abrieron…

Los tres resplandecientes reyes magos, recibieron a los jóvenes…

Sonrientes y alegres, ofrecieron la entrada a su magnífico palacio…

Melchor sostuvo el cubo… Gaspar, tomó la llave y abrió el cofre… Baltazar levantó su tapa y una gran estrella apareció en su centro…

Ante la risotada de los tres soberanos, una estrella se sentó dentro del cubo, se desperezó… restregó sus ojitos por el largo sueño… y esbozó una enorme sonrisa…

Miró a todos sorprendidos… y a los jóvenes que estaban boquiabiertos…

La dulce y risueña estrella, depositó su luz en ambos corazones de los jóvenes y apurada saludó, para viajar al firmamento, tapizado de millones de estrella… estaba libre…

Los jóvenes se miraron y allí, frente a los soberanos del Universo, vieron que sus corazones latían al unísono de millares e estrella y comprendieron, lo que era la felicidad plena... juntos y para siempre…

 Vitelmina Ahuir

 

 


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