Paradoja
Paradoja…
Como “buscadora eterna de los por qué, me he preguntado simple y sencillamente el motivo de nuestra existencia en el planeta…
Siento que este por qué, me ha llevado a horas y horas de reflexión interna…
Partiendo de la base aprendida en múltiples religiones, que Dios es omnisciente (todo lo sabe) y nosotros una parte fractal o alícuota del Todo o Dios:
¿Cuál es el motivo de la experiencia física de cada una de las partes alícuotas de un Ser omnisciente en este planeta?…
Lo que me llevó a recapacitar sobre una gran paradoja…
Si tuviera que responder a mi propia pregunta, diría que allí voy tropezando para poder responderla…
Partamos entonces de la base primigenia… soy un Ser, que piensa y siente, luego actúa en consonancia de esas dos premisas anteriores…
Si pienso y siento de determinada manera, nunca puedo actuar de desemejante modo, respecto de mi pensamiento y sentimiento…
Seremos esquizofrénicos? (DefiniciónWikipedia: La esquizofrenia (del griego clásico σχίζειν schizein ‘dividir, escindir, hendir, romper’ y φρήν phrēn, ‘entendimiento, razón, mente’)
En realidad en muchos momentos de nuestras vidas, lo somos…
Si una de estos principios del propio Ser, está reñido, el uno con el otro, por mis años he comprobado, que se produce una disociación de uno mismo… una ruptura o escisión de quienes somos…
Uno mismo, tiene una discordancia…
Si lo llevamos al plano de la música, diría que se produce una cacofonía… (Definición: Secuencia de sonidos desagradables o de articulación difícil)
Luego entiendo que para vivir en sintonía (Definición: armonía, adaptación o entendimiento entre dos o más personas o cosas) En el caso que trato de explicar, dentro de nosotros mismos: REALIZARNOS en “armonía” dentro de nuestro Ser, respecto del pensar, sentir, actuar…
Meta a lograr, resolviendo nuestras incógnitas y paradojas, a través de la práctica del pensar, y sentir…
Con eso, ya tenemos trabajo de sobra, en este espacio tiempo…
Si la desarmonía existe dentro de nuestro Ser, es porque hay algo acerca de nuestro Ser, que no es de su pertenencia… por lo tanto habrá que descubrirlo y erradicarlo… lo denominaríamos “ego”… (Del latín, primera persona: YO)
Será que Dios, nos sometió a un juego eterno para no aburrirse? O algo dentro de su Ser no es omnisciente y se perfecciona… por lo tanto es perfectible, idénticamente como nosotros como parte alícuota del mismo Todo?
Si la presencia de todos nosotros dentro de este plano espacio tiempo, tiene un objetivo: ¿Será entonces el de perfeccionarnos día a día con dos herramientas primarias: pensar y sentir…?
Muchas veces me he preguntado el motivo de la presencia, en las láminas antiguas, especialmente en la cultura egipcia del “ojo”, en este caso de la cultura referida, al ojo de Horus…
De este término, deviene la palabra hora, horizonte… tiempo espacio…
Me hace reflexionar que la “ciencia del ojo”, está referida al tiempo espacio… a lo que vemos… y nuestros ojos pueden “medir” este lapso…
Si nos remontamos a la reflexión de “medir”, que también incluye el “pesar”, conocer el peso y las medidas de las cosas, nos instaura en un hecho intelectual, que es teórico, mental…
La ciencia del mirar, tiende entonces a expresar las ciencias prácticas… todo tiene peso, medida y número es decir, cantidad…
Pero hay otra ciencia mucho más sutil, ligada al sentir, que podríamos denominar ciencia del corazón, o ciencia de los sentimientos… que no se pueden aquilatar, preciar, ni valorar desde lo netamente tangible que los ojos miran, observan y miden…
Podríamos llamarla “ciencia de la intuición” o simplemente: corazonadas…
El famoso libro “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, en el pasaje con el zorro, donde este sagaz animal expresa: _Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Refiriéndose a lo “esencial”…
Es que nuestra “esencia” se expresa a través del corazón en un mundo en que se mide, se pesa y se valora materialmente? Vinimos a apreciar lo material, como bien de usufructo para aprender a Ser felices?
Creo que sí, sabiendo que sólo es un espacio tiempo… un lapso dentro de la eternidad…
Biblia: (…porque eres polvo y al polvo retornarás. Gn 3, 19)
Es posible que por ese motivo, los antiguos egipcios, (que creían en la vida más allá de la muerte) pusieran tanto empeño en separar de sus difuntos (en canopos o vasijas diferentes), el cerebro, separado del corazón, y luego de las vísceras del resto de los sistemas corporales…
Pienso que la “esencia” posee una parte que llamaremos conciencia y que es intrínseca de ella misma… que nos despierta paso a paso, a través de determinados acontecimientos externos, provocados por la propia conciencia “causalmente”, y que nos impulsan al pensamiento o reflexión, a través de los sentimientos de alegría, dolor, simpatía, empatía, rechazo, disgusto… etc… que esos acontecimientos, nos producen…
Por ello, daría en llamar a la conciencia: función de la esencia que se expresa a través de los actos de amor… y que tiende a un proceso trascendental de transmutación permanente…
La conciencia se expresa en el diurno, o acontecimientos en nuestras vidas, de los cuales somos partícipes… como así también en lo nocturno, vale decir, desde los sueños…
Podemos comprender como soñar, al proceso físico de sueño, o momento de descanso, en que imágenes “son vistas y sentidas”, y de las cuales desconocemos procedencia; como así también a los “sueños” o metas a las que queremos arribar…
Aunque concordando con Calderón de la Barca en su obra: La vida es sueño, también los sueños o metas tras las cuales corremos, son un artilugio más de la conciencia, para ir evolucionando… y como meta “sutil de la esencia: llegar a perfeccionarnos”…
Como tal les fui relatando, reflexionando en este tiempo espacio, “el conocimiento, que pretende y quiere ser sabiduría a través de la aplicación de ese conocimiento”, entiende se adquiere a través de pilares o columnas importantes que hacen a la ciencia del pensar y sentir, es decir la propia ciencia, que se refiere al “ojo”…
Sumado al arte como ciencia del sentir, con cuya reflexión filosófica (también arte de discurrir o expresar lo pensado), une esa sutilidad del sentir (arte o creatividad) con el amor a la sabiduría… o saber… (Filosofía)
Incluiría un pilar más, pero tal sutil función de la conciencia que es la “intención” de retornar a la fuente primordial o Dios, a través de la “religión” como otra funcionalidad de la conciencia de “re ligar” con el Todo o Dios… en un largo proceso de exhalación e inspiración, que tal cual la tarea pulmonar, hace el Todo con cada una de sus alícuotas partes…
Vitelmina Ahuir
