LOS NOMBRES Sagrados y los códigos numéricos…
LOS NOMBRES Sagrados y los códigos numéricos…
Tal parece, los Nombres sagrados son registros matemáticos, tanto numéricos como geométricos, combinados con secuencias musicales, incluso con correspondencia al arco iris o colores del iris...
Tendrá la secuencia musical, una incidencia en la mente humana al igual que las cifras y desde allí con sus destellos en sus campos de acción, como finalización o culminación?
Para los hebreos, cada una de sus letras se relacionaba a un sonido, y podía asociarse a una cantidad…
Cada letra simbolizaba una cualidad o espacio tiempo dimensional adquirido por la humanidad; como si cada letra o cifra fuese un camino dentro del Árbol de la Vida, con arribo a distintos períodos o estadios…
Cada letra o cada cifra numérica se correspondiera a saltos evolutivos de conciencia, con la concurrencia a conformaciones geométricas dentro del ADN, o inscripción dentro de sus sales, que transmutaban las sustancias, desde el mismo y básico carbono al silicio…
Sería el motivo por el cual se hablaba constantemente de Sión?
Del carbono al silicio, o contextura del diamante, con sus caras armónicas y transparentes?
Serían éstas las minas del Rey Salomón en su “justeza”?
El Tetragrammatón que incluye a todos los Nombres, o de los cuales se desprenden los setenta y dos nombres, nos indica la “conexión” entre “la vida y la existencia”, como Principio, siendo devenido y viviendo en la “Totalidad”…
De éste modo, nos presenta a las facetas divinas, ocurridas desde la concepción de cuatro letras, indicando claramente lo que estamos expresando…
El macro mundo representado por el Árbol de la Vida, en su magnífica inserción matemática, desde la “Nada” al micro mundo, revela la intrincada relación que intentamos asociar…
El Aín Sohp Aur, o “nada que comprendiéndose a sí misma produce la luz”, y con posibilidad de ser todas las cosas, posee como símbolo arquetípico, a aquello que los griegos llamaron “potencia” de ser “acto”…
Esta potencia radica en la dispersión, sin cohesión, en los mundos intangibles…
Relacionado incluso con el “maná” recibido en el desierto, es anterior al Principio, y también posterior a todo inicio…
Para los hebreos representa al mundo de los “Serafines”; aunque para los términos modernos, los denominaremos el “mundo” de las partículas sub atómicas sin cohesión…
Un mundo sin razón, sin imágenes, sin medida, sin color, sin valor; sencillamente el vacío inconmensurable e insondable, donde las formas toman su “inicio”, con sus respectivos atributos en paulatino descenso; visibles, audibles, etc…
Esencialmente, podríamos denominarlo como recinto sin existencia del “verbo”; o recinto desvinculado de la “mente” humana “normalmente”, por lo tanto, ámbito del misterio por antonomasia; habitáculo primordial de la “Magnífica Mente Superior”…
Siendo la potencia entonces, el origen y finalidad. “alfa y omega”, Aleph y tau” hebreas…
Dentro de esta Aín soph Aur, viven la multiplicidad de “posibilidades”, entre ellas: los principios en vida “latente”, o “reposo”; los sonidos dispersos, las imágenes, las medidas, los valores, y todo lo que puede llegar a “existir”, desde el concepto como idea o “Principio”, hasta la consecuente acción manifestada; siendo la conexión apertura o portal a la sabiduría absoluta; esto es, en descenso a la humanidad y vice versa…
Génesis 2:
1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
Vitelmina Ahuir
