Comparaciones culturales (2)
Comparaciones culturales segunda parte…
Continuando con el dios hindú Shiva, veremos que la destrucción es considerada la función o manifestación de mencionado dios, por lo tanto, incluye el pensar en la renovación permanente; mientras que Brahma es el creador y Vishnú quien preserva lo creado…
Si las cosas se preservan en el espacio y por fin en el tiempo, no habría evolución…
De allí que la figura o manifestación de Shiva surge como “destructor renovador” para equilibrar el sistema…
Es necesario recordar en este punto, que cada una de las culturas en su apreciación espiritual, entiende a la “muerte” como “renovación o variación”; cambios evolutivos de conciencia, que puede o no incluir a lo físico tangible en su totalidad, pero sí en su parcialidad…
Se lo entiende como asumir nuevas fases dentro de la “vida”, que por supuesto incluye a la existencia en su transformación como resultado…
Estamos referenciando a la re creación, por ello se conoce a Shiva, como radiante o “punto de irradiación” (Luz y sus destellos)…
Metafóricamente se dice que el río sagrado Ganga (Ganges) vino a la tierra desde el cielo a través del cabello de Shiva…
Una de sus facetas lo descubren como amante esposo de la diosa Parvati, y otras solo como un eremita en el Monte Kailash en los montes Himalayas…
Creador y pensador…
El símbolo de Shiva es la linga, (símbolo fálico);
una piedra cilíndrica colocada en una base circular, como el gnomon de un reloj asociado al tiempo;
un tótem o monolito…
Se cree que la linga representa la totalidad de la visión hindú del mundo, como en Egipto lo fue el “falo” de Ptah,
que está presente en las paredes de Templos egipcios y en las subterráneas edificaciones del Valle de los Reyes…
Según la cosmogonía menfita Ptah creó a los dioses, con atribuciones y modos de su creador; fue Ptah quien estableció las regiones o “nomos”, edificando ciudades y asignando a cada dios su lugar de culto; además construyó templos y determinó las ofrendas que debían recibir cada uno de ellos: “Arquitecto de los Mundos”...
Como toda triada, su esposa era Sejmet y su hijo, Nefertum…
Volviendo a Shiva:
Como corona ostenta a la luna creciente, (formador cuenco de la existencia); se adorna con de piel de tigre y elefante; (siendo el tigre un animal semejante al chitá egipcio, o felino africano de mayor velocidad y alcance); quedando el elefante relacionado a la resistencia…
Su garganta es azul, (verbo) con una gran cobra enrollada alrededor del cuello…
Aquí también podemos establecer una similitud importante:
Dentro de la cultura hebrea, el “Daaht” o conciencia, es “irradiado” por el verbo, que procede a transmutar; teniendo la imagen de la serpiente que tentó a Eva…
Para los griegos irradiación del Hades o Plutón para los romanos; todos símbolos de la serpiente, que muda la piel a medida que crece…
Shiva lleva collares y una guirnalda, además de serpientes trepando por todo su cuerpo; un fajín, un cordón sagrado, y sus brazaletes…
Tiene “tres ojos y cuatro brazos”, con ceniza sagrada esparcida por todo su cuerpo…
Como podemos apreciar, la simbología de la creación en siete días o siete etapas, es reincidente en todas las culturas; entendiéndose a las cenizas como restos de lo renovado; idénticamente a la figura del fénix…
Con dos de sus manos sostiene un “tridente”, (Poseidón o Neptuno: agua) y un tamborcito (damaru: resonancia); con las otras dos manos forma mudras, de abhaya (protección) y varada (concesión de bienes)…
Sus ojos están medio cerrados y bizqueados, en una postura sagrada llamada sambhavi mudra, (dirigidos al entrecejo); similar a los ojos de Horus, que se “centran” en una mirada interior, idénticamente a la figura o imágenes de Santos del Cristianismo...
Los ojos medio cerrados de Shiva indican que su mente permanece alineado con y en el Ser, mientras que su cuerpo está actuando en el mundo exterior; dirección adentro afuera…
Shiva y Shakti comprenden el aspecto dual de la Divinidad…
La parte derecha del cuerpo, se dice que corresponde al aspecto masculino (Shiva), y la parte izquierda del mismo representa el aspecto femenino, que a través de diferentes momentos o procesos evolutivos, adopta distintas formas y nombres; es decir, manifestaciones…
Esta forma andrógina se llama Ardhanarisvara o "Las dos mitades de la personificación de Dios"…
Griegos:
Todo es devenir; tal en su momento lo declarara Heráclito…
Heráclito afirmaba que el “fundamento” de todo radicaba en el cambio incesante; como el Yesod hebreo, “forma y Fundamento”…
El “ente” deviene, se transforma…
El ente procede de un continuo nacimiento a la destrucción; nada escapa a esta premisa...
Heráclito fue en Grecia, uno de los primeros filósofos físicos (Física: palabra griega enunciada por Aristóteles)…
Éstos filósofos, matemáticos y físicos corresponden a la “edad de oro” griega, siglo quinto A.C.
Los griegos, además de venerar su nutrido panteón de dioses, creían que el mundo, procedía de un principio natural:
1. El agua para Tales de Mileto
2. El aire para Anaxímenes
3. El ápeiron para Anaximandro;
4. El fuego para Heráclito
Claro está, en sentido “metafórico” o “parabólico”, como también lo eran para Tales y Anaxímenes…
El principio del fuego refiere al movimiento impulsor de los cambios constantes en el que se encuentra el mundo…
Referencia a una permanente movilidad que se fundamenta en la estructura antagónica de contrarios…
La contradicción es la naturaleza y radica en el origen de todas las cosas…
Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades, fue sucesor y discípulo de Tales, dijo que el principio y elemento de todas las cosas existentes era lo ápeiron (Lo indefinido o infinito)…
También enuncia el nombre de “Arché” como principio; genitivo de lo “arquetípico” (¿¿¿Arca???)...
Anaximandro afirma en su momento, que éste “principio fundamental” o ápeiron, no es un elemento material ni ningún otro de los denominados elementos físicos, sino que pertenecía a otra naturaleza; y así lo denominó: ápeiron…
Es el ápeiron, a partir de la cual se generan todos los cielos y los mundos que hay en ellos…
Incluso a partir de donde hay generación para las cosas, también radica o procede la propia destrucción, según la “necesidad”… (el término “necesidad” en el concepto numerológico hebreo, está relacionado al “inicio”, y ese inicio, al “pensamiento forma”…
Existe para los griegos, el concepto de la “compensación” mutua, entre culpa y retribución acorde a la injusticia; esto es en concordancia a la disposición del tiempo, llevándolo a la práctica existencial o terrena, respecto de lo social…
Biblia: La creación…
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.
8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo, pues la tierra, hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,
15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Habiendo pasado la pluma por parte de la historia, retornamos a la: Geometría de la creación…
Tal como Da Vinci, otros astrónomos como Kepler y más, conocieron la Divina Proporción, formulada anteriormente en el siglo XIII de nuestra era, por Fibonacci…
Esta “proporción” resulta ser: la sucesión infinita de números naturales, cuya suma del inmediato anterior, partiendo del Uno, (el que radica en el cero o el vacío, y demostrable desde la geometría por medio de la aplicación del lado menor sobre el mayor en un rectángulo), resulta en la “multiplicación” o “expansión” en que la naturaleza de la “Creación” se expresa…
Esta proporción se dibuja por impulso del centro y en el espacio, por medio de “arcos” pertenecientes a la circunferencia o esfera, trazando una espiral, que los antiguos ya conocían como expansión universal y por lo tanto, evolutiva…
Esta espiral “conecta las esquinas opuestas de los cuadrados” (dualidad, complemento, antagonismo y contrariedad) geométricos inscriptos en el rectángulo, siendo una relación de recurrencia que define la forma sub atómica y “atómica”, que se convierte en molecular y luego en órganos como también en sistemas, desde el micro mundo al macro mundo…
No olvidemos que, tanto para griegos como cristianos, la “crucifixión” se relaciona con el cuadrado, los puntos cardinales de la “esfinge” egipcia, la cuadratura inscripta en el círculo en el estudio de las estrellas…
Esta proporción posee numerosas aplicaciones en todas las ciencias…
En el hoy, en la computación por ejemplo…
Aparece éste ordenamiento circular en las configuraciones biológicas; esto es el ADN, incluso, en el micro mundo destructor, como son el virus y la bacteria…
Continúa…
Vitelmina Ahuir
