OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Sagitario y la visión holonómica o Cosmovisión



Sagitario y la visión holonómica
o Cosmovisión

La visión holonómica o general de nuestro Universo y otros, con sus respectivos tiempos, es una concepción mental que la raza humana comenzó a pergeñar o considerar, a partir de la creación de elementos para demostrarla: como por ejemplo, las ondas radiales, telefónicas, hasta en el presente la era de la computación e internet…

Anterior a la “comprobación”, siempre,  toda teoría resulta una hipótesis, y como toda hipótesis, carece de certeza o “credibilidad”, sin credibilidad no existe la “identidad” o radicación, menos “filiación”…

Las radicaciones o “génesis de establecimiento de algo”, tienen éste proceso que describimos…

La falta de radicación o lugar de pertenencia, hace a los extranjeros, incluso en la cuestión de las ideas, frente a una hipótesis, como en el caso que abordamos…

Con las “ondas” se llegó a establecer en los cerebros humanos, el “concepto” de “la Gran red planetaria” y con él, resurgió el sentido de “unidad”…

Este sentido, estuvo perdido en la “noche” de la galaxia…

La posible llegada a la luna, abrió espacios a comprender la posición planetaria en un conglomerado casi “fantástico” o imposible de “creer”, pero que su base estuvo primero en “imaginar” la posibilidad de hacerlo, mostró un destello o luz de posibilidades “humanas”, que antiguos “visionarios”, describieron en cuentos: Julio Verne por ejemplo…

El género humano, al igual que en el ejemplo de Adán mirando el “reloj” pendular, cumplió etapas, una tras otras…

Primero fue la conquista física, o cruce físico de las grandes masas de agua; la unificación territorial…

Mientras la ciencia por medio de la siquiatría y sicología, intentaba igualmente la conquista de la mente y dar una explicación a su conexión con el alma…

Mientras otros científicos explicaban la disposición física y química de los sistemas orgánicos y su funcionamiento…

En cuanto al alma, ese algo que nadie podía explicar, y menos comprobar, respecto dónde radica o reside…

Relacionada con los sentimientos, emociones, que impulsa a la “conquista” y “expansión” del “conocimiento” por medio de una “insatisfacción”, o un vacío interno que nunca se llena y sólo sirve para “expandirse” en la “creación” propia, denominada alma, y de ella entonces, se encargó la religión…

Pero paralelo a ellos, siguieron las grandes escuelas de “misterios” o “alquimia”, que tuvieron grandes representantes como Paracelso, Ptolomeo, Da Vinci y muchos otros, que comprendían que la manera de entender, era y es integrando las desperdigadas partes o miembros…

Tal la entendieron las mistéricas escuelas o universidades egipcias, que representaron esta notoria partición a partir del mito de Horus…

Triada egipcia: Mito de Horus

La triada devenida del cielo, estuvo  formada por Osiris, Isis y el hijo de éste matrimonio, llamado Horus…

Nacido en Chemis, (Genitivo de la palabra árabe Alchimista) cercano a la ciudad de Buto...

Seth hermano de Osiris, trató por todos los medios, de evitar que Osiris tuviese hijos…

Osiris fue asesinado por este hermano Seth, para así arrebatarle el “trono”, que le habrían legado sus padres: Geb y Nut…

Llegó incluso a matarlo “dos veces”; en ambas oportunidades “resucitado” por Isis…

La primera vez lo hubo encontrarlo en el “sarcófago” (Cuerpo físico) donde había sido encerrado con artimañas de su hermano, y siguiendo el curso del “Nilo”, (Aguas o corrientes álmicas); el féretro estaba atascado en un árbol de “tamarindo”, habiendo quedado en la “ribera” del río, antes de llegar al mar…

La segunda vez, para asegurarse de su total muerte, cortó su cuerpo en catorce partes…

Isis volvió a recuperar las partes del cuerpo de Osiris “diseminadas” por todo Egipto; lo rearmó y resucitó, pero no al no encontrar el falo, el embarazo de Horus fue no “físico”… (Despertar del alma a la “visión cosmogónica”)

Isis le escondió su embarazo a Seth y salvó a su hijo, que llegó a ser heredero del “trono”…

Horus creció en secreto y vengó los atentados contra su padre; y al crecer retó a Seth…

La pelea fue violenta, y también momento donde Horus perdió un ojo; más la reyerta duró hasta que en la asamblea de los dioses, que al fin se decidió en intervenir y declaró que el “trono” pertenecía a Horus…

Seth fué ordenado a substituir el ojo de Horus, pero para la “honrar” y memoria de Osiris, Horus ofreció ese ojo de “halcón” (Visión aguda o de águila) recuperado a su padre; en su lugar se cubrió la herida con una “serpiente divina”, llamada Uraeus o Áureus...

La posición áurea ocupa el tercer ojo o punto medio entre ambos ojos…

La serpiente fue utilizada en ese lugar, para obligar a quienes la portaban a “torcer” los ojos al punto medio, y poder contemplar “la realidad” del “mundo”, hacia adentro; el equilibrio entre el afuera y adentro…

 Desde entonces, la serpiente ha sido considerada el emblema de los faraones egipcios…

Osiris transmitió su legado a su hijo Horus, y fue a retirarse al mundo de los bendecidos, o inframundo, mundo de la oscuridad, donde se encuentran los tesoros universales…

Horus finalmente se convirtió en el nuevo rey de Egipto, gobernando bajo el “Alto y bajo Egipto”, acorde a la unificación dictaminada por la diosa Maat, o diosa de la “justicia”…

Al día de hoy, en las escuelas y universidades del mundo, se sigue parcializando la enseñanza por materias, distintas, casi se podrían vislumbrar como antagónicas; separadas, difusas, sin que los “estudiantes” interpreten dónde se encuentra la placa madre de toda la cuestión: la humanidad dentro del Universo, y el Universo dentro de ella, y la imaginación como “receptora de la idea”…

Al respecto, si nos referimos a la antigüedad en cuanto a comprensión, todos tomaron caminos diferentes, como si se desperdigaran en concepciones que fuesen antagónicas; puntos cardinales opuestos, con elementos diferentes…

Es la idea de la dispersión de los “tres” hijos de Noé luego de haber anclado en algún punto del planeta…

La “Trinidad” se dispersó luego del “diluvio”…

Todos los pasos para “probar” científicamente, que el Universo interno del Ser humano, es un paisaje que se refleja en lo externo…

El ser humano es un fractal…

Cuando hablamos de un fractal, entramos a los campos geométricos, que para los antiguos fue la cuna de partida para su expedición científica y explicativa de los Universos y que se trasladó a las mediciones matemáticas: la rueda había comenzado a caminar sobre la esfera terrestre, y en la mente de la raza humana…

Hoy la raza humana  llamamos a esta conquista: “globalización”; y el camino a donde se dirige esta raza, es aún mayor y se discierne como universalidad…

Desde la geometría elíptica o temporal, a la esférica; a la geometría convexa,  a la proyectiva,  a la algebraica, a la analítica, a la descriptiva…

Pero toda conquista tiene sus costos, y el primer costo humano es la “armonía” y “equilibrio” entre los seres de una misma raza, incluso de “protección” a los seres que tras él vienen evolucionando…

La cosmovisión que las tradiciones antiguas desarrollaron en monumentos que hoy se mantienen en pié, muy a pesar de guerras, cataclismos, y depuraciones planetarias propias, tuvieron y tienen el sentido de indicarnos o explicarnos el camino hacia esa conquista; que en el fondo, es una conquista propia: entendimiento…

La geometría como desarrollo del “arte” o “creatividad”, inserta al género humano en ese sentido global de armonía y belleza…

Indica igualmente que todo espacio externo o cosmovisión, se corresponde a una cosmogonía interna sensible, solidaria, e inteligente…

Por tal motivo, en las ciencias que abordamos, a nuestro Universo comprendemos como si fuese un enorme cuerpo humano; este entendimiento encierra también la “concepción de tres cuerpos trinitarios, solidarios y que son correspondientes el uno con el otro”…

Armónico en su anatomía, fisiología, morfología, “justo”, y “equilibrado” en su distribución, este gran cuerpo,  ya sea en sus sistemas, en sus distancias, en su funcionamiento que abarca intercambios, reciprocidad, afinidad, y equilibrio en y con las fuerzas  con que se complementa y con quienes coexiste y convive …

Desde una convergencia central, que expande, retrae, late, pulsa e impulsa, rota, cambia, transforma y transmuta…

Entonces diremos que le otorgamos desde esta “cosmovisión”una comprensión del funcionamiento universal, que en los tres cuerpos que hemos descripto, deberían funcionar igualmente en armonía…

Armonía que por ser el de "inteligencia" mayor, debe ejercer respecto del resto de seres, a los cuales debe observar, pues desde el comportamiento animal, puede "contemplando", receptar "modos" interpretativos de comportamiento...

la raza humano es "polvo estelar", el mismo "barro" con que el Gran Hacedor, moldeó cada una de sus criaturas...

Continúa…

Vitelmina Ahuir


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