OSIRION PRINCIPADO DEL KA

Estudio de ciencia ancestral: nueva etapa (2015)

 



Estudio de ciencia ancestral:

 

El estudio de estas ciencias, no es privativo de unos pocos, ni se trata tampoco de manifestaciones particulares de adivinanza, o futurismo impreciso…

Descarta cuestiones fenoménicas o trivialidades fenomenológicas, aceptando sí,  la causalidad sincrónica de acontecimientos, en referencia al ejercicio de su profundo análisis: de y desde las diferentes energías que nos componen como seres vivos...

Irradiaciones éstas, tanto magnéticas (Atrayentes) como eléctricas (Impulsivas), inherentes a todos los seres que habitan el paneta, sin exclusión, de otras fuerzas o energías, que sin ser pasibles de testearse o leerse, con los cinco sentidos básicos, otorgados por la naturaleza física a los seres vivos, pudiesen existir, fuera de la naturaleza considerada como “existente”; pudiendo estimarlas de naturaleza sicológica o espiritual, que podemos definir, como naturaleza de la totalidad del Ser…

Este estudio, no sólo inserta conocimientos biológicos, fisiológicos, sino también matemáticos, que llegan incluso a un nivel astronómico…

También se vale de la asistencia filosófica religiosa, que desprendida de lo dogmático, se ejercita en lo ejemplificativo de las creencias particulares, como necesidad intrínseca de asistencia externa, e interna, pero unificando o incluyendo, a todas las profesadas en el pasado y en ejercicio de profesión actual,  y respecto de la totalidad de las diferentes culturas humanas, sin faltar ninguna, más sin faltarle tampoco a ninguna…

De hecho resulta también, en un estudio histórico del hombre…

Por lo tanto, podemos definir al estudio de ciencia ancestral,  como un tratado científico  de la raza humana, en todos sus aspectos, con la pretensiosa mirada de ser un compendio de ciencia de las ciencias…

Apelando a ella, como un utensilio válido, de comprensión a los problemas álmicos, anímicos o emocionales, vigentes, recurrentes e inherentes a la raza, lo que también la convierte en una herramienta de utilidad sicológica, luego social…

Traen como objetivo ínsito, llamar a un pensamiento diferente y unificado de las diferentes posturas científicas. Ciencias enseñadas luego aprehendidas curricularmente desde los estamentos culturales presentes, y al modo de este mirar o pensar que se propone en este compendio, separadas o fragmentadas, sin  inclusión, de las unas con las otras…

Ciencias todas, participantes de una piramidal figura, que montada en su colosal estructura, muestran la maqueta objeto y finalidad de estudio, más el inminente acaecer como función o consecuencia de ser puesta en práctica: al hombre mismo, en su función integral y su inclusión en la sociedad de una manera diferente a la actual, cuya exponencial expresión es de “disonancia o discordia”, en total separación idéntica a su aprendizaje separatista…

De allí, que resulte difícil englobarla en un texto a toda esta ciencia que describiremos; puesto que si debiéramos decir, que se posee un método, tal la real academia, en relación a la mirada empírica o demostrativa  requiere,  o especifica debiera tener o seguir para ser válida, no nos encontramos en posibilidades de darle al presente compendio una estructura basada en tal dominio de descripción.

Por lo tanto es pasible de ser considerada falente en algunos aspectos y así, el tratado sería tomado desde este mencionado punto de vista,  como inválido, cuestión que es álgido al intentar soslayar…

En este paso del compendio, recurriremos a realidades que pueden ser demostrables y que para validar frente al lector, existe el deber de llevarlo, tras la asociación con ciertas fuerzas que sí son demostrables, tal son la electricidad y el magnetismo…

A la electricidad como ánimo de hacer o impulsar (Inicio de impulso o motor móvil impulsor) y a lo magnético como recepción de lo que puede ser, o admisión, ambas fuerzas que no son demostrables desde lo empírico, sin el recurso de la asociación…

Retorno a discurrir sobre la existencia de un parámetro inconexo con la referida metódica realidad, no encontrando otro recurso, que solicitar razonamiento en cuanto a la asociación de fuerzas o energías demostrables para continuar, y podríamos llamar a ejercicio si el lector acepta, conviniendo en designar a esta fuerza atrayente, como percepción o intuición.

Más luego vale el intento, de explicar en básicas lecciones, que no lleva pretensión de ubicarla, como verdad máxima o suprema, sino como invitación hacia la inserción, a otra manera de discurrir o pensar desde una compleja y distinta visión global que se propone; cuya finalidad es llevar al arribo de conclusiones individuales, que puedan bien servir a motivar  a una discusión interior, estableciendo parámetros de duda y solución.

Convirtiéndose al entender, o entenderse, en comprensión propia de cada Ser o su sabiduría, sobre lo que es el Ser,  su realidad y el motivo de estar, encarnados en este espacio tiempo o tercera dimensión, convirtiéndose este fundamento, en “la verdad” de quien piensa, razona, y siente, luego practica…

Al referirme a intuición o percepción, resalto la compleja disertación o descripción en todo texto explicado, sobre la “energía eléctrica” que nos otorga el funcionamiento de cuanto aparato existe en el hogar y de la cual depende su función, como así también, de discernir sobre el magnetismo que existe en un trozo metal, (Imán) o bien de las corrientes magnéticas terrestres por donde circulan los brazos anatómicos de las tormentas, o el centro magnético terrestre, o fuerza gravitatoria celeste…

Una manera de contestar los interrogantes profundos, de quienes somos, para qué estamos y hacia dónde vamos, ya que todo tiene movimiento y al compás que se mueve, también cambia, se renueva y transforma…

Hablar o estudiar estas ciencias, es netamente un hecho energético de descubrimiento particular e individual, de quienes somos, cómo actuamos, y la manera con que nos forjamos un destino dentro de la escala evolutiva…  

Para ello, es necesario descubrir a través de la asociación de ideas, un dialecto o lengua, que es específicamente simbólico…

Cuando aprehendemos a utilizar este lenguaje, que en una acepción mayor, es la incorporación de varios aspectos de una misma cosa, podremos llegar a conectar con imágenes, que se percibirán a priori, despertando ejercicios neuronales que nos corresponden o son propios de la raza humana, aposentados o dormidos, en los diferentes estratos de lo que podemos denominar inconsciente, o registro interno de recuerdos y memorias ancestrales…

Ejercicios adquiridos o heredados, y que en cada proceso evolutivo de vida, resurgen como pilar fundamental, desde dónde partiremos, volviendo a instalarnos desde el escalón que dejaron nuestros ancestros, y así continuar en una marcha eslabón cadena,  que nos depositará por último, ante esta conexión a la comprensión e inserción a lo divino o superior a lo cual hacíamos referencia en unos párrafos anteriores…

Por ello que, las expresiones de “despertar”, “darse cuenta” o “tomar conciencia”, sea una dicción particular y general de esta época o era, en que la humanidad transita…

A medida que incorporamos estas relaciones internas de comprensión,  y que luego, al interpretar, no sólo una carta astral, una imagen de tarot,  o yendo al espacio más cercano, una difusión, como también a un momento específico de vida,  resulte desde la evocación, la constitución de un tiempo y espacio diferente, que bien vamos a convenir en definirlo como tiempo sin tiempo…

Una ciencia atemporal y por lo tanto, netamente espiritual, sicológica, sensible y práctica…

Estas imágenes antes referidas, están grabadas en las distintas esculturas u obras de arte ancestrales, plasmadas como legado de nuestros antepasados, tratando desde la historia misma del hombre por supuesto, que la humanidad toda, como ejercicio de su propia estirpe o raza, logre unificarse totalmente, bajo la bandera única de un pensamiento de amor, solidaridad y altruismo, anexado a un concepto profundo y arraigado, que al hacerse “carne” o de práctica permanente, pueda crear una nueva forma de vida...

Una nueva sociedad, con diferentes valores éticos, en perspectiva de una funcionalidad óptima e inclusiva de todos los seres; encontrando incluso, que nuestro planeta, es un ser vivo, en ejercicio de una sinfonía universal, al cual el hombre le debe honra y respeto…

Esta forma de vida, que como peldaño superior de la humanidad, sea techo a lo que se debe aspirar como mayor bien, siendo el escalón preciso y culmine, desde donde la humanidad se conecte con la divinidad, esto es: amor al todo; al prójimo como a sí mismo….

Un Todo que descubierto como esencia de sí mismo, reflejo del absoluto, contrario a la fuerza magnética de la naturaleza física terrena, no incompatible es a la hora de la práctica, para demostrar y demostrarse, la existencia a témpore de dicha entidad, que nos abraza, traspasa, circunda, complementa, alimenta y de la cual somos partes…

Para continuar, será preciso, ir describiendo este lenguaje, que denominaremos signos zodiacales, planetas, y por otro lado, darles en el mismo concepto, una expresión de validez numérica, en referencia a una imagen…

Todas referencia a lo que representan distintas etapas evolutivas humanas, que quedaron insertos en la memoria genética, y que forman partes de este complejo andamiaje que describimos y describiremos…

Llamaremos a las energías, dentro de la dualidad magnética y eléctrica, tal si fuese positiva o negativa, influyente o atrayente, dextrógira o levógira, centrípeta o centrífuga, opuestas o complementarias, como signos astrológicos; planetas, que tienen una dimensión matemática acorde a ser expresada en cantidad y cualidad…

En cuanto a las energías  grupales como signos en sus funciones, más de tales influencias estelares en individual recreación respecto en lo referente a constelación, (Estrellas fijas) será importante debamos hacer una marcada apreciación por asociación también, de las diferentes interpretaciones culturales.

De esta manera la razón particular de cada individuo o lector puede realizar, una apropiación de las energías intrínsecas, por conocimiento propio; adueñarse, de esas fuerzas  inherentes como dijimos del hombre como raza humana; características ínsitas devenidas no sólo de la personalidad, sino también de los diferentes campos o cuerpos: mental, emocional y físico…

También podemos decir, que éstas son instancias de resolución interna de este hombre, encarnado en un cuerpo físico, que posee un alma,  (sentido emocional), que posee un cuerpo que hace la experiencia, (Físico)  y un pensamiento único que los distingue en la escala de los seres vivos;  y que a medida aplica, sirviéndose de las emociones, en sentido de nutrición de la percepción o intuición, producirá cambios en la escala evolutiva para él y toda la humanidad, acorde al ejercicio de su razón…

Para ello, deberá administrar dicha fuente (Emoción) con la razón, como consorte emparentado equitativo del imperio emocional, dando cauce y contención  a tal torrente; por lo que beberá de la eterna fuente de vida, arribando como peregrino del desierto, a través del mérito propio y estímulo ardiente e impulsivo de su voluntad, por sobre la razón y la emoción;  abriéndose camino con el estandarte de su más puro y digno sentimiento… y al fin,  abrazar la cúspide infinita del reino de su Creador...
Vitelmina Ahuir



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